Clima: ¿cómo puede afectar el cambio climático a El Niño y La Niña en el futuro?

Clima: ¿cómo puede afectar el cambio climático a El Niño y La Niña en el futuro?

Cómo influirá el cambio climático en El Niño y La Niña es una pregunta muy válida a la hora de entender los impactos que podrían tener estos dos grandes eventos con teleconexiones a nivel planetario. En realidad, la pregunta a responder que nos dará las pistas es esencialmente ¿cómo cambiarán las tendencias de las temperaturas superficiales del mar en el Océano Pacífico ecuatorial?

 

Climate.gov indica que es muy probable que el Océano Pacífico ecuatorial se caliente en algún lugar, aunque la cuestión central es poder determinar dónde se producirá exactamente el calentamiento más intenso. Al modificar el calentamiento en los trópicos, estos cambios tendrán repercusiones en todo el planeta, ya que esos cambios excederán al propio océano Pacífico.

 

 

 

El patrón de tendencia es fundamental para comprender cómo cambiará la circulación atmosférica media o de fondo del Pacífico tropical. Allí hay que recordar que el estado de fondo de la atmósfera en el Pacífico tropical, la Circulación de Walker, se alimenta de la diferencia de temperatura de la superficie del mar entre el oeste y el este, o sea entre la costa de Sudamérica y Oceanía.

 

 

Escenarios opuestos

Los dos escenarios posibles son totalmente opuestos. Si las temperaturas se calientan más rápido en el Pacífico occidental que en el oriental, la circulación tropical de fondo podría volverse más parecida a La Niña que se repetiría durante más tiempo. Pero si el patrón de tendencia cambia a medida que las temperaturas globales siguen aumentando, es decir, si el este comienza a calentarse más rápido que el oeste en el futuro, toda la circulación a través del Pacífico tropical podría volverse más similar a El Niño.

Los cambios en la tendencia de la temperatura de la superficie del mar tienen profundas implicaciones a escala mundial en aspectos como los cambios regionales en las precipitaciones, los lugares donde se producen sequías, el número de ciclones tropicales, la tasa de calentamiento medio global, la biogeoquímica de los océanos, etcétera. Si se trata de tomar decisiones basadas en proyecciones de futuro, es necesario conocer la respuesta.

 

Algunos científicos creen que las tendencias observadas recientemente sugieren que los modelos pueden no estar reproduciendo algunos mecanismos clave que son críticos para proporcionar proyecciones precisas para el Océano Pacífico tropical. Desde al menos 1980, el patrón de calentamiento del Pacífico tropical se ha vuelto más parecido a La Niña en las observaciones, y los vientos de superficie soplan con más fuerza de este a oeste a lo largo del Pacífico ecuatorial. Esto es lo contrario de la tendencia de El Niño que muchos modelos climáticos proyectan para el futuro debido a los gases de efecto invernadero.

 

La necesidad de más años de buenos datos

Las respuestas todavía no son terminantes. De hecho no se puede asumir sin más que la tendencia recientemente observada de La Niña continuará en el futuro. Principalmente, no se sabe con suficiente certeza cuál era la tendencia antes de que se tuvieran satélites vigilando la vasta extensión del Océano Pacífico tropical. Con 40 años de datos satelitales, se está midiendo con precisión todos los trópicos, pero con ese registro más corto, es más difícil distinguir las tendencias de una simple acumulación aleatoria de eventos ENSO.

 

Todavía quedan muchos baches por cubrir. Las proyecciones futuras proceden de modelos informáticos imperfectos, y las observaciones pasadas, de intentos imperfectos de medir el vasto océano, especialmente antes de la década de 1950. La idea es que las aguas más frías de las profundidades oceánicas tardan más en sentir los efectos del cambio climático y frenan el calentamiento local. Otro mecanismo que podría provocar más cambios similares a El Niño es que los efectos radiativos del calentamiento global, la transferencia ascendente de calor desde la superficie, hicieran que la atmósfera tropical se volviera más estable, ralentizaran la circulación Walker, debilitaran el afloramiento en el Pacífico oriental y provocaran un mayor calentamiento en esa zona.

Es muy posible que las tendencias de La Niña en el Pacífico que se observan ahora sean transitorias, y que se inviertan en algún momento de los próximos 100 años y empiecen a parecerse más a las proyecciones de los modelos, con un calentamiento del Pacífico oriental más rápido que el del resto de los océanos tropicales. La mayor parte de la evidencia parece indicar que podría estar el cambio climático detrás de este proceso, pero los modelos, con pocos años de datos de buena calidad, todavía entregan una gran incertidumbre.

 

Fuente: Meteored

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