Continúa la búsqueda de Lian Flores Soraide, el nene de 3 años visto por última vez el pasado sábado a las 15 en su vivienda de la zona rural de Ballesteros Sud, Córdoba. Los fiscales profundizan la investigación en el círculo social de la familia y de la comunidad boliviana. Mientras tanto, la Justicia Federal espera una eventual derivación de la causa.
Isabel Reyna y Nicolás Gambini son los fiscales de Bell Ville a cargo de la investigación. La funcionaria judicial ordenó este jueves allanamientos en viviendas del asentamiento rural donde está la casa de Lian y también en otro en las afueras de Villa María. Buscan conocer cómo funcionaba la red de relaciones en esa comunidad boliviana y sus vínculos.
Investigación
Los investigadores indagan en los conflictos personales y familiares entre los integrantes de la comunidad. También estudian otros afines estrictamente a la actividad de la producción y venta de ladrillos. Aunque no trascendieron revelaciones oficiales, tienen la sospecha que estas relaciones podrían llevarlos a dar con el paradero del niño.
La fiscal general adjunta, Bettina Croppi, dijo el miércoles que no se descartaba ninguna hipótesis. Sin embargo, algunas tienen más peso que otras. Los fiscales tienen la certeza de que el niño no está en el territorio circundante a su vivienda. Se “peinaron” cinco kilómetros a la redonda y no hubo rastros de Lian. Está descartado que se haya perdido.
La búsqueda en el cauce del Ctalamochita (o Tercero) inició el martes a la tarde. Sería para verificar que al nene no lo hayan arrojado al agua. Rescatistas y buzos ya recorrieron 10 kilómetros y tampoco encontraron indicios.
Se lo llevaron
Desde el primer momento es la hipótesis que sostiene Elías, el padre de la criatura, y la que ratifica su abogado Darío Baggini. Ellos creen que el nene no se extravió, sino que alguien se lo llevó por algún motivo. El papá de Lian dijo que le tenían “envidia” y sugirió que podría tratarse de una “venganza”.
Si se sabe que el lunes por la noche se allanó el domicilio de una mujer en la localidad de Perico, en Jujuy. Sin embargo, se desconoce el resultado del operativo. Se trata de la “abuelita”, una curandera que cada tanto frecuenta Villa María por pedido de algunos integrantes de la comunidad boliviana.
Días previos a la desaparición de Lian, la mujer estuvo en contacto con Elías para “curarle” un esguince de tobillo. El sábado por la tarde, última vez que se lo vio al niño con vida, ella emprendió el regreso a su provincia. Eso despertó sospechas pero, hasta el momento, la curandera está en libertad.
Secuestros
El miércoles a media mañana, Croppi informó que, hasta ese momento, se habían secuestrado seis vehículos y 30 celulares. Uno de esos vehículos es una camioneta blanca que fue entregada por un hombre de aproximadamente 60 años. Se presentó espontáneamente en la Fiscalía y se puso a disposición de la investigación.
Esta persona tiene antecedentes por trata de persona, pero según su abogada Eugenia Nebreda, la causa, se caratuló como explotación sexual por carencia de documentación de las personas que trabajaban bajo su supervisión, ni registros de ingresos y salidas del país.
Además, el hombre es de nacionalidad boliviana y, “entre 2020 y 2021, fue socio del papá de Lian en la administración de un horno de ladrillos que tenían en común”, dijo la letrada. Además, informó que le secuestraron seis teléfonos celulares, pero aseguró que su cliente no estuvo en Ballesteros Sud durante el fin de semana de la desaparición.
Fuente: Perfil
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