“Le tengo miedo a Pachelo”, le dijo María Marta Belsunce a una amiga

“Le tengo miedo a Pachelo”, le dijo María Marta Belsunce a una amiga

Esta veterinaria ya había brindado su testimonio tanto en el primer juicio de 2007 al viudo Carlos Carrascosa, como en el de 2011 a los familiares y allegados por encubrimiento, y este miércoles complicó a Pachelo (46) al mencionar que se sabía que él había sido el autor del secuestro extorsivo del perro labrador “Tom” que era la mascota de María Marta y de su esposo.

Al declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, la testigo aseguró: “Se comentaba que el perro estuvo unos días en el lavadero de Pachelo, pero María Marta no quería decir nada.”

“María Marta me dijo: ‘Le tengo miedo a Pachelo'”, afirmó la testigo frente a los jueces Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin.

La mujer explicó que después supieron que el perro estuvo “en una guardería y lo había dejado Pachelo” y que luego una familia lo adoptó y “nunca más apareció”.

Taylor aseguró que no conocía personalmente a Pachelo, pero sabía que “era una persona bastante cuestionada”.

“Nicolás era un chico conflictivo. Hubo robos en Carmel, como de una computadora y palos de golf. La computadora salió en un auto de un jardinero que Pachelo le había dado en forma de pago”, comentó.

Críticas a Molina Pico

En otro tramo de su declaración, la veterinaria cargó contra el fiscal de instrucción Molina Pico, denunciado ya esta semana por presunto “encubrimiento agravado” por presuntamente favorecer a Pachelo, a partir de una presentación del abogado Gustavo Hechem, que representa como particulares damnificados en este juicio a Carrascosa y a la hermana de María Marta, María Laura García Belsunce.

“Tuvimos la desgracia de tener un fiscal como Molina Pico. Es un soberbio. A mí me embaucó ese fiscal porque me imputó por cosas que yo no hice”, dijo la testigo.

Es que “Pichi” Taylor fue una de las primeras acusadas de “encubrimiento” por Molina Pico al inicio de la instrucción, aunque luego terminó sobreseída.

Siempre negó haber dicho la frase “se pagó para hacer lo que el Gordo quería”, que le atribuía otra amiga de la víctima, Inés Ongay, y que se asociaba a que no se haga autopsia, contradicción que generó un histórico careo en el juicio de 2007 que luego se hizo viral en redes sociales con el documental “Quién mató a María Marta” de Netflix.

En otro momento de su declaración, a la médica veterinaria se le quebró la voz cuando seguía con las críticas a Molina Pico: “Fue terrible lo que hemos vivido, el daño que nos hizo, sacarme esposada, el pánico de mis hijos que no podían salir, las amenazas. ¿Por qué tuve que vivir todo eso?”.

El testimonio de una de las empleadas domésticas

En tanto, la primera testigo de la jornada fue la empleada doméstica Ema Benítez, quien relató las tareas de limpieza que hizo en el cuarto y en el baño luego de la muerte de la socióloga.

Benítez aseguró ante el tribunal que “María Marta y Carrascosa se llevaban muy bien” y que con ella “eran excelentes personas”.

“María Marta se ocupaba de los comedores de mi barrio y mi trabajo era el de inspeccionar el lugar, la cantidad de personas que iban a comer”, señaló.

Explicó que fue la por entonces empleada de la casa, Mirta Molina, la que la llamó para avisarle que “María Marta se había caído de la bañera y había muerto”.

“Llegué a la casa donde era el velorio a las 7 de la mañana. Quisimos ver a Carrascosa, fuimos arriba y él estaba durmiendo en la misma cama donde la velaban”, recordó.

Benítez declaró que antes de que la familia se fuera al cementerio para la inhumación, le preguntaron con quién iba a ir y ella decidió quedarse en la casa ayudando en las tareas de limpieza a Molina.

“Limpié el baño y el cuarto donde la velaron. La almohada estaba llena de sangre. Entonces traje una bolsa de residuos y la tiré. Nadie me indicó nada”, aclaró la testigo.

“En el baño encontré la camisa de ella (por María Marta) con un poco de sangre que estaba dentro de un mueble”, señaló y luego reconoció que también se deshizo de “una camisa y un pantalón de Carrascosa”, luego de que el cuñado de la víctima, Guillermo Bártoli, le dijera: “Hay una ropa que tiene sangre, tírela también”.

Según la testigo, “en el baño había olor a sangre”, por lo que limpió “abajo del inodoro con detergente y lavandina”, y “con un cuchillo sacaba sangre de los bordes del desagüe”.

“Saqué la rejilla porque quería sacar ese olor a sangre”, recordó.

Otro vecino del country

Por último, declaró el abogado Sergio López, vecino del Carmel desde 1995 y exmiembro de la subcomisión de seguridad y de la comisión directiva, quien se refirió a que hubo dos casos previos al homicidio de robos que fueron los domingos a la tarde, uno de ellos de unos palos de golf.

“Se hizo una investigación y se identificó a quien dejó a los palos en consignación que fue Nicolás Ryan”, declaró este testigo en referencia al apellido de la madre de Pachelo que éste presuntamente utilizó en esa ocasión.

Luego de ese hecho tuvieron una reunión a la que asistieron “entre 30 y 40 personas para ver si alguno tuvo un problema con Pachelo” y “la primera que levantó la mano fue María Marta porque se enteró que su perro estuvo guardado en el servicio” del principal acusado.

Los otros imputados como coautores de un robo y un homicidio agravado criminis causa son los exvigiladores Norberto Glennon (57) y José Ortiz (45).

En este tercer juicio por el crimen, los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González apuntan a demostrar que Pachelo mató de seis balazos en la cabeza a María Marta cuando lo sorprendió robando en su casa con la ayuda de los dos vigiladores.

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