¿Volvió el chupacabras?: Mutilación en animales y explicación de veterinario

Una familia de la zona rural de Carolina, departamento correntino de Goya, se encontró el día jueves con el extraño hallazgo de un ternero mutilado. Llamó mucho la atención que el animal tenía un extraño corte redondo en un lateral de su cabeza.

Un lugareño, mientras recorría su campo, halló un ternero muerto con una extraña marca en la cara: le faltaba un ojo y tenía un corte exactamente redondo en un solo lado de la cabeza con sangrado en la nariz.

 

“Un animal que se muere en el campo, es alimento para otro carroñero”

 

Se consultó sobre este tipo de hechos, al veterinario de la Policía Montada de la provincia de En re Ríos, Federico González, Dio su parecer sobre el hecho. Aseveró para comenzar que “se habla de mutilación, en la medicina, como acción de perder, en este caso de un ser vivo, un órgano o un miembro”.

 

“Generalmente se han observado casos de animales muertos, con cortes casi perfectos en áreas de la lengua, la laringe, ubre, ano”, indicó. A su parecer se trata de “fauna nativa, ya sea roedores, hurones, zorros, peludo, animales que tiene adaptaciones anatómicas para hacer estos cortes. Lo que pasa es que estos cortes de bordes dentados enmascaran esa marca y con el tiempo queda cauterizado o a la vista, perfecto. Estudios histopatológicos de tejidos han demostrado que esos bordes dentados son de pequeños dientes o garras de animales”, puso relevancia el profesional.

Indicó asimismo que usualmente este tipo de casos “se da en esta época del año, en época invernal, con carencia de forraje o por las heladas, que no hay proteínas. Los animales pueden comer alguna planta tóxica y mueren o tener enfermedades carenciales: se ha hablado de la falta de magnesio. Asimismo podría ser carbunclo. Mueren de una sintomatología parecida, caen con la boca abierta, se hinchan y allí hay animales que actúan sobre eso. “De hecho, hay estudios que indican que alrededor de los cuerpos ovinos hay materia fecal de esta fauna nativa”.

“Lo que no es llamativo es que pasa siempre en los mismos músculos, se ataca en los lugares descubiertos, van a los lugares más fáciles, la lengua, tejidos blandos, ubre”, manifestó el veterinario.

Y reconoció que “parece, con el tiempo, que se ha cortado con un objeto cortopunzante, como un bisturí, pero no, está comprobado que hay mordidas especiales allí. Pasa que por ahí los ven con el tiempo y las marcas aparecen como perfectas”.