Nestlé Argentina frenará su producción en la ciudad cordobesa de Villa Nueva durante casi todo marzo. Es por eso que obligará a los 189 empleados de la planta industrial de esa localidad a tomar vacaciones. Según informaron, la medida tiene que ver con un stock excedente frente a un escenario comercial negativo.
El mal momento se viven en dos frentes: por un lado en lo que hace a la caída de las ventas al exterior y por otro a una merma de consumo en el mercado interno. “Es importante aclarar que esta medida es de carácter temporal y hasta finales de marzo”, señalaron desde la empresa. Además agregaron que “tiene como objetivo principal minimizar el impacto para los colaboradores, la operación de la fábrica y la cadena de valor”.
La planta de Villa Nueva, ubicada a unos 150 kilómetros de la capital de Córdoba, cuenta con 189 trabajadores y está dedicada principalmente a la producción de leche. La fábrica produce leche en polvo entera, instantánea, descremada y leches UHT (del inglés Ultra-High Temperature. tratamiento a altas temperaturas), entre otras.
Nestlé está presente en el mercado argentino de forma ininterrumpida desde hace 90 años. La empresa de origen suizo cuenta con siete plantas industriales ubicadas en Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Provincia de Buenos Aires. Las oficinas centrales están ubicadas en Vicente López, donde trabajan más de 2.200 colaboradores.
Conflicto gremial
El freno de la producción y las vacaciones forzadas no cayeron nada bien entre los trabajadores y los representantes gremiales. Fernando Martín Páez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) de Villa María, dijo que la situación generó malestar entre los empleados. Consideran que las vacaciones forzadas son “una precarización laboral” y una “presión” contra los asalariados.
Antecedentes
Nestlé no es la primera empresa que en los últimos tiempos decidió cerrar temporalmente sus instalaciones y forzar las vacaciones de sus empleados. En diciembre, la siderúrgica Acindar, una de las dos más grandes del país, paralizó la producción en su planta de Villa Constitución, Santa Fe. En este caso suspendió y adelantó vacaciones a más de 700 empleados, entre propios y contratados. La decisión de la empresa se debió principalmente a la caída de la demanda.
Unos meses antes, en junio, seis fábricas automotrices decidieron frenar su producción durante nueve días, también motivados por la baja de las ventas, el sobrestock en sus depósitos y los problemas del ingreso de piezas. La paralización afectó a importantes terminales como Toyota, Fiat, Renault, Nissan, General Motors y Mercedes Benz Argentina.
En mayo de 2024, en medio de un proceso de reestructuración a nivel global y enfrentando una significativa disminución en las ventas en el mercado argentino sumado a dificultades para colocar su producción en Brasil, la fabricante de electrodomésticos Whirlpool implementó un recorte de personal en su planta ubicada en la localidad bonaerense de Pilar. Este ajuste resultó en la reducción de la actividad en uno de sus turnos de producción y el recorte de al menos 60 empleos, de una plantilla total que supo llegar a las 400 personas.
Fuente: Infobae
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