Murió joven embarazada tras dar a luz: su mamá asegura que “fue mala praxis”

Murió joven embarazada tras dar a luz: su mamá asegura que “fue mala praxis”

“La obligaron a hacerse una cesára”, denunció Soledad, la mamá de Claribel Medina Davico, una joven de 22 años que murió por una infección tras dar a luz en el hospital Felipe Fossatti de la ciudad de Balcarce. Por el hecho, dos médicas fueron imputadas por “homicidio culposo por mala praxis médica”.

 

La mañana del 22 de noviembre de 2023, Claribel llegó al Fossatti por dolores que asoció con contracciones por estar cursando un embarazo avanzado, con fecha probable de parto el 12 de diciembre.

 

Luego de revisarla, la doctora Andrea Pizzorno -quien la atendió durante todo el embarazo-, le solicitó a un enfermero que le aplique una dosis de penicilina y la preparen para una cesárea porque estaba con trabajo de parto. El argumento fue que la beba era demasiado grande y que no iba a poder dar a luz naturalmente.

 

De acuerdo a lo que detallan los registros del hospital, entre las 13.30 y las 15.30, Pizzorno y Guadalupe Madrid -madre e hija-, realizaron tres operaciones cesáreas a una velocidad llamativa. A las 15.34, ambas se retiraron del hospital, según muestran las filmaciones de las cámaras de seguridad.

En esas dos horas, que están muy por debajo de las estimaciones del tiempo promedio que deben llevar este tipo de intervenciones, ambas “aplicaron celeridad en las prácticas propias, y exigieron apuro al resto de los profesionales afectados a las cirugías”, señaló el expediente al que accedió TN, y sumó: “Este ritmo acelerado generó las condiciones para que se omitieran realizar debidas medidas preparatorias y preventivas previstas en los protocolos quirúrgicos”.

En este sentido, se detalló que las doctoras, ese mismo día a las 16.00, debían concurrir a Mar del Plata para participar del Congreso Internacional de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de la Provincia de Buenos Aires, que se desarrolló en esa ciudad balnearia desde el 22 hasta el 24 de noviembre en el Hotel Provincial. Es decir, estaban apuradas porque tenían menos de media hora para llegar.

De hecho, la propia Madrid se molestó con sus compañeros de trabajo porque en primera instancia demoraron en bajar al quirófano a una de las tres pacientes a la que le realizaron una cesárea.


La muerte de Claribel

El día que fue al hospital -22 de noviembre- la joven tuvo a su beba, Olivia, y a las 48 horas fue dada de alta. El domingo 26 de noviembre volvió de urgencia por un fuerte dolor abdominal y la doctora Pizzorno la atendió nuevamente: ordenó que le realicen un enema y le suministraron un analgésico que se utiliza para dolores postquirúrgicos.

Recién el 28 le realizaron una tomografía y determinaron que tenía una grave infección, lo que demuestra para los investigadores que Pizzorno falló otra vez en el diagnóstico de su paciente, quien tenía líquido en la zona del abdomen.

“No adoptó las medidas de debido cuidado, generando de esta manera el agravamiento del cuadro clínico provocado previamente con el resultado luctuoso conocido”, señaló el documento. Claribel murió el 1 de diciembre y la causa del fallecimiento fue una infección de sitio quirúrgico (ISQ) grave, asociada a un tratamiento tardío.

 


La historia clínica fue adulterada

Según consta en el expediente, la doctora Pizzorno adulteró la historia clínica incorporando luego de la muerte algunas indicaciones que no había realizado en su momento, “pretendiendo transferir responsabilidades en otros profesionales y áreas del hospital o encubrir las omisiones del debido cuidado y atención de la víctima”.

En la hoja de indicaciones médicas, confeccionada el 22 de noviembre, previo a la internación de la víctima, se lee que Pizzorno dio una serie de datos y en el punto cinco agregó “Cafalotina 2 gramos”. Sin embargo, esta anotación quedó superpuesta con su sello y firma que había hecho anteriormente.

Uno de los médicos que se encontraba en la guardia en el momento del fallecimiento, fue consultado sobre si Pizzorno tuvo acceso a la historia clínica de la paciente. “Pudo haber hecho lo que quisiera ya que quedó sola en la sala de médicos y las historias clínicas estaban arriba de la mesa”, respondió.

El expediente indica que la profesional inventó una hoja de indicaciones médicas que no es parte de la historia clínica, donde señala que el feto se encontraba “cefálico” (por la posición de la cabeza), para así poder realizarle una cesárea, con el fin de “percibir el pago de una cirugía realizada sin real necesidad, y solo con el afán de su beneficio económico y por celeridad, ya que un parto por cesárea resulta generalmente más ágil y rápido que un parto natural”.

Del dolor de la familia al dramático relato de sus amigas

“La médica siempre ponía un ‘pero’ porque la beba supuestamente hasta último momento no giraba. Le dijo que sí o sí tenía que ir a cesárea, pero mi hija no quería saber nada”, lamentó Soledad, su mamá.

Claribel buscaba tener un parto natural y en reiteradas oportunidades se lo hizo saber a sus amigas, como así también les dijo que la médica la estaba presionando para que su beba nazca por cesárea.

Martín López, pareja de la víctima, esperaba presenciar el parto, pero para su sorpresa nunca lo llamaron. Después de 30 minutos en una sala de espera, se enteró que su beba ya había nacido.

Guadalupe Madrid y Andrea Pizzorno, cirujana y ayudante durante la operación, fueron imputadas por “homicidio culposo por mala praxis médica” y todavía siguen ejerciendo en el hospital. “Ellas mataron a mi hija”, apuntó Soledad.
El abogado de la familia aseguró a este medio que están “bastante avanzados” en la investigación y se mostró optimista de cara al futuro de la causa, que está llevando adelante UFIJ descentralizada de Balcarce, a cargo del fiscal Rodolfo Moure.

 

Fuente: Todo Noticias

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