Monseñor Raúl Martín en San Cayetano: “Pedimos por nuestros hermanos que no tienen trabajo”

La comunidad religiosa de Paraná se reunió este jueves para rendir homenaje a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. La jornada comenzó a la medianoche con una misa que colmó la capilla y continuó durante todo el día con celebraciones litúrgicas.

 

Uno de los momentos más emotivos fue la procesión de los fieles junto a la imagen del santo por las calles del barrio San Roque, que finalizó con la misa central presidida por el Arzobispo de Paraná, monseñor Raúl Martín, alrededor de las 16.25. Ante una multitud, el prelado abrió su homilía con un saludo: “Buenas tardes. ¡Feliz día de San Cayetano!”.

 

Un hombre que participó de la procesión expresó que asistía para “pedir a San Cayetano que nos aumente la esperanza y también, que haya pan y trabajo para todos, sobre todo, para quienes no cuentan con trabajo”. Un niño llamado Fausto contó que llegó acompañado por su madre para presenciar la misa.

 

Primera fiesta patronal del Arzobispo en Paraná
“Es una alegría para mí, comenzar este camino en Paraná con la primera fiesta patronal en la que participo y que sea de la mano de San Cayetano, que un santo que es universal y tiene muchos adeptos”, afirmó Martín, destacando que “es un santo que ha llegado al corazón de todos y, de una manera especial, a los argentinos”.

El Arzobispo explicó que el lema de la fiesta fue “San Cayetano, danos” y que este pedido no implica pasividad: “En este ‘danos’, no nos quedamos con los brazos cruzados, sino que aceptamos esto que le pedimos al Señor: ‘danos el pan de la Paz’, en la unidad y en la Esperanza. Es algo que tiene que quedar grabado en nuestro corazón”.

Martín subrayó que la paz comienza con el don que Dios siembra en cada persona: “Se nos invita a que desarrollemos esa semilla que el Señor sembró en nuestro corazón, porque tenemos que compartirla y nadie da de lo que no tiene”.

 

Compromiso y ejemplo de San Cayetano
El arzobispo recordó que “San Cayetano no se quedó con los brazos cruzados”, sino que comprometió su vida para amar a los demás como Jesús lo hizo. “Por eso, necesitamos de los santos, porque son como una huella que nos van conduciendo a Dios y San Cayetano es el que nos dice ‘vale la pena, gastar la vida’”, aseguró.

Asimismo, invitó a los fieles a comprometerse con los más necesitados: “El amor de Dios es tan grande que el mismo Jesús fue capaz de dar la vida, sabiendo que nosotros estábamos equivocados. Hoy nos queremos comprometer a través de San Cayetano con este Dios que nos ama. Comprometernos a amar a todos y a amar siempre”.

En ese sentido, exhortó a que “apoyemos la mano en el hombro de los que van quedando en el camino y no nos hagamos los indiferentes. Dios quiere contar conmigo. Que San Cayetano nos ayude a descubrir que vale la pena gastar la vida siguiendo a Jesús”.

 

Agradecer y pedir
Durante la misa, Martín también llamó a reconocer las bendiciones recibidas: “En la eucaristía, agradecemos a Dios por el don de la vida, del trabajo, de la salud y otros tantos, pero al mismo tiempo, pidiendo por todos aquellos que no tienen un trabajo digno o están enfermos”.

En su cierre, insistió en la responsabilidad compartida para transformar la realidad: “No solo le corresponde a los gobernantes o a quienes tienen poder, sino a todos y con responsabilidades diferentes. Que podamos decirle al Señor: ‘Hoy se ha cumplido en mi vida el sueño de Dios porque quiero comprometer el amor que vos me diste para compartirlo con los demás’”.

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