El Ministerio de Salud de la Nación emitió un comunicado en el que advirtió que alerta sobre el incremento de casos de hepatitis A. Es una infección hepática sumamente contagiosa causada por un virus que causa inflamación del hígado y afecta su funcionamiento.
Se pudo observar un aumento en 20 años y una mayor afectación en varones de 20 a 39 años, en un contexto de cambio en el perfil epidemiológico de la enfermedad. De esta manera, enfatizaron en la importancia de fortalecer las medidas de prevención, con especial foco en la vacunación. También se debe tener en cuenta la notificación oportuna de casos y la adecuada derivación de muestras al laboratorio de referencia.
E instó a los equipos de salud a verificar la cobertura de inmunización en poblaciones susceptibles y reforzar las estrategias de control y vigilancia. Las autoridades señalaron que desde 2005, la incidencia y morbimortalidad de la enfermedad han disminuido drásticamente. Esto se debe a la incorporación de la vacuna contra la hepatitis A al año de vida en el Calendario Nacional de Vacunación
“Gracias a esta estrategia, Argentina se ha convertido en un país de endemicidad baja”, señalaron. Además sostuvieron que la distribución pro sexo “muestra una tasa cuatro veces mayor en varones que en mujeres”. Entre 2019-2023, se notificaron un promedio de 31 casos anuales. En 2024, se confirmaron 69 casos, superando el umbral de alerta a partir de la semana 39. Desde el inicio de 2025, la cantidad de casos confirmados notificados ha sido superior a los valores esperados..
Esta situación motivó a la Sociedad Argentina de Epidemiología (SADI) a emitir hoy un alerta epidemiológico por brote de hepatitis A. El foco del comunicado de aumento de casos de hepatitis A que hace el Ministerio está puesto en los adultos jóvenes varones que tienen relaciones sexuales con otros varones.
Vía de transmisión
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hepatitis A es una inflamación hepática causada por el virus de la hepatitis A (VHA). “Se transmite principalmente por vía fecal-oral, es decir, cuando una persona no infectada ingiere agua o alimentos contaminados por heces de una persona infectada”. También puede ser “por contacto físico estrecho con una persona infectada —por ejemplo, mediante el sexo bucoanal—”.
Su propagación está estrechamente vinculada a condiciones sanitarias deficientes, consumo de agua y alimentos no seguros y prácticas de higiene inadecuadas. A diferencia de las hepatitis B y C, la hepatitis A no evoluciona hacia la enfermedad hepática crónica. Sin embargo, puede generar síntomas incapacitantes. En casos raros, provocar hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda), una condición potencialmente mortal.
Fuente: Infobae
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