Niña entrerriana finalizó tratamiento contra el cáncer

Niña entrerriana finalizó tratamiento contra el cáncer

Hace un año a años a Priscila Loreto Rojas el diagnosticaron cáncer. La pequeña de oriunda de Tabossi, luchó con todas sus fuerzas y junto al acompañamiento de su familia, la niña de seis años, tuvo su última sesión de quimioterapia, este viernes, en un hospital de Buenos Aires.

 

Su mamá, Jesica Rojas, contó sobre la fuerza de voluntad de su hijita, el cariño de toda la comunidad y la fortaleza que tuvieron desde un comienzo. “Nos aferramos al único hilo de esperanza de había” , reflexionó.

 

 

“Priscila tenía el 70 % del cuerpo con tumores”

Según contó Rojas, Priscila fue diagnosticada con cáncer de Ewing, que son tumores óseos malignos que se forman en el hueso o en el tejido suave y principalmente aparece en adolescentes y adultos, el caso de Priscila llamó mucho la atención de los médicos ya que es poco frecuente.

 

“En nuestra pequeña el cáncer se manifestó en la zona de la pelvis, ella ingresó al Hospital San Roque de Paraná con un cuadro muy severo de constipación y tras una serie de estudios, los profesionales observaron que Priscila tenía el 70 por ciento del cuerpo tomado por el cáncer”, manifestó la mamá al resaltar que “los tumores se desparramaron por todo su cuerpo e inmediatamente la derivaron al Hospital Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires”.

 

En este sentido, destacó que en Entre Ríos no hay ningún centro de medicina que pueda tratar este tipo de cáncer, por eso fue derivada a Buenos Aires.

 

 

El tratamiento

“Priscila era una nena muy sana, que llevaba adelante una vida muy saludable, nadie fumaba en su entorno ni estaba en contacto con nada, fue algo que no sabemos por qué surgió”, dijo la mamá.

 

Al consultarle sobre el tratamiento de la pequeña, Rojas mencionó que los médicos actuaron muy rápido. “Se supo que el tumor estaba dentro de su medula ósea y afortunadamente gracias a la medicina de la quimioterapia empezó a mejorar muy rápido”, sostuvo.

 

Para un efectivo tratamiento, los médicos le indicaron a la pequeña que debía someterse a un tratamiento de nueve ciclos, que constaba de una quimioterapia intensa, una cirugía, estudios y demás ciclos de quimio.

“Afortunadamente luego de la primera quimio los resultados fueron tan alentadores que los médicos descartaron la posibilidad de realizarle una operación”; dijo la mamá al dar cuenta que “le indicaron realizar radioterapia por 33 días de corrido que fue muy bueno y luego se sometió nuevamente a sesiones de quimioterapia y hace 15 días nos avisaron que dan por definitivo que los tumores desaparecieron”, explicó.

 

“La fe no nos permitió pensar nada malo”

Priscila respondió muy bien a todos los tratamientos a los que debió someterse y ahora la familia aguarda realizar estudios definitivos y cuando se determine que la médula de la pequeña este bien, podrán volver a su casa en Tabossi.

“Prisci siempre tuvo mucha fe, voluntad y la luchó como ninguna, siempre la acompañamos y nos aferramos al único hilo de esperanza que había, nos encomendamos a Dios y solamente pensábamos en positivo”; reflexionó la mamá.

“Los médicos nos dijeron que, de diez nenes, dos salen adelante y todo dependía de la voluntad de cada uno, por eso nunca la dejamos caer, siempre la sostuvimos y juntos nos damos fortaleza”, precisó la mamá.

“El sueño de volver a casa”

A casi de 11 meses de que partieron de Tabossi hacía Buenos Aires, Jesica y su esposo, solo tienen palabras de agradecimiento para toda la comunidad que los ayudó. “Hubo tantas cadenas de oración y apoyo de todos lados que fueron caricias al corazón”, señaló.

“Principalmente le agradecemos a nuestra familia, a los patrones donde trabaja mi esposo, familia Folmer, y a la obra social OSPRERA, que nos asistieron en todo momento y cubrieron todos nuestros gastos, fue un alivio y una cosa menos por la que preocuparnos”.

Jesica contó que están muy felices y con esperanza para poder volver a casa, “la hermana mayor de Priscila esta en Tabossi y la extrañamos muchísimo, Prisci siempre pregunta cuando la va a volver a ver”.

 

“Aferrarse a la fe y a lo positivo es lo único que nos salva, más allá que el proceso es largo y doloroso, siempre le decíamos a nuestra pequeña que cada pinchazo o quimio iba a valer la pena”, reflexionó la mamá al sostener que “solo el que vive estas situaciones sabe lo que se siente”.

 

 

 

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