Verdulero de Paraná le sacó el arma al asaltante, pero terminó imputado

Verdulero de Paraná le sacó el arma al asaltante, pero terminó imputado

Un joven verdulero de Bajada Grande que se gana la vida con esfuerzo en su verdulería de calle Larramendi y Croacia, de Paraná, enfrenta una causa penal tras un episodio del que fue víctima. El lunes de la semana pasada a la mañana, Federico Dona fue increpado por un joven sospechado de ser el ladrón que le desvalijó su verdulería en enero.

El presunto ladrón se acercó con el arma, ambos forcejearon y Federico logró sacársela. Justo pasó un móvil policial y lo encontró a él con el revólver, por lo que pasó un día detenido y ahora, está imputado por la tenencia del arma. “Yo quiero quedar limpio, soy un hombre trabajador”, aseguró.
“Yo lo único que quiero es quedar limpio de la causa porque a mí me agarraron con el arma porque yo se lo quité al que me estaba agrediendo y quedé pegado yo, justo pasaba un móvil de la policial. Yo no tengo entrada en ningún lado, soy un hombre de familia, laburador, me gano cada día en la verdulería, no quiero que me hagan causa de nada, no sé qué tenía el arma ni de dónde venía”, dijo el muchacho.

 

“El lunes a la mañana yo me estaba yendo a trabajar porque también hago repartos de verduras en la camioneta. Me estaba yendo y cuando estaba cargando las cosas aparece esa tal Narváez. Me empieza a agredir, le dije qué andaba haciendo ahí porque no tenía que estar en Bajada porque tenia una restricción. Le dije ‘vos me robaste la otra vez’, me empezó a agredir y sacó un fierro. Yo se lo quise manotear, se cayó y lo quiso agarrar pero yo lo agarré antes y me lo metí en el bolsillo. Pero no pesé que iba a ser para tanto esto de agarrarle el arma y comerme el chasco yo”, lamentó Federico.
En este sentido, remarcó: “Vivo laburando, me gano el pan de cada día en la verdulería. En la Fiscalía no me dijeron anda, solo que espere a ver qué dice el testigo que era mi ayudante y hasta el día de hoy no lo han llamado”.

La historia se remonta al 21 de enero, cuando Federico sufrió un robo total en su comercio que fue denunciado en la comisaría 11° y nunca fue esclarecido. Sobre ese episodio, recordó: “Yo venía a trabajar una mañana temprano y me encontré con que me habían desvalijado la verdulería. Había dos o tres nombrados, entre ellos era ese Narváez. Eran los únicos que andaban robando en el barrio y esa misma tarde, andaban vendiendo bolsones de mercadería, la balanza, un ventilador. Me robaron por un valor arriba de los 45.000 pesos, me mataron, tuve que empezar de cero. Le pedí a mi hermana y a mi familia que me presten una moneda y así empecé de nuevo”, dijo a Uno.

 

Pese a esta situación de impunidad, quien terminó detenido tres meses después fue él, en el infortunado episodio. Y el acusado de robarle también había sido arrestado esa mañana, pero lo liberaron en seguida. Para colmo de males, cuando Federico recuperó la libertad le faltaba una tarjeta de memoria que tenía en la billetera, y además asegura que los policías le revisaron el celular, porque cuando se lo devolvieron estaba formateado y hasta el Whatsapp desinstalado.
“Yo lo único que quiero es que no pongan cosas de más, no quiero tener problemas. A todos les doy una mano acá, hasta a los mismos que me robaron les daba fiado, frutas para sus chicos, todo”, finalizó Federico, quien espera que pronto todo se aclare en la Justicia y que la gente que se informó mal sepa quién es él.

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