Tragedia: Cinco muertos tras accidente cuando viajaban a un cumpleaños
Las familias salieron temprano, en tres autos, desde Moreno, al oeste del conurbano bonaerense. El destino era Ayacucho, adonde asaban el lechón para celebrar el cumpleaños de un nene de 6 años. Pero el festejo estalló en pedazos por una imprudencia que derivó en una tragedia: uno de los vehículos fue chocado de frente por una camioneta 4×4 en la ruta 29, en General Belgrano, y murieron sus cinco ocupantes, dos de ellos menores de edad.
Todo sucedió el domingo, a las nueve de la mañana, en el kilómetro 103 de esa carretera provincial, mientras lloviznaba. En un Renault Clio viajaban Guillermo Sebastián Martínez (36), su pareja Ruth de los Ángeles Figueroa (29), el hijo de ambos Felipe Giuliano Martínez (2), la hija de la mujer Agustina Lucila Meza (4) y Cristian Adrián Onieva (46).
En otros dos coches, también desde Moreno, iban cuatro personas en un Volkswagen Gol (la hermana de Ruth, su hija, su madre y un hijo de Ruth) y cinco en un Chevrolet Corsa (un hermano de Ruth, con su hija, su pareja y dos nenes más, entre ellos otro hijo de Ruth).
Según las fuentes consultadas por Clarín, una Toyota Hilux SW4 conducida por el empresario agrícola-ganadero Eduardo Owen Cavanagh (44), a quien acompañaban sus dos hijos de menores de edad, circulaba a alta velocidad en sentido contrario, desde Ayacucho hacia Buenos Aires.
“Los tres autos iban en caravana. Mi hermano iba en el último, manejaba Guillermo. Esta camioneta pasó rozando al Corsa, perdió el control y se cruzó de carril. Los pasó por arriba y nunca se bajó para asistirlos ni para interesarse por ellos”, le dijo a Clarín Romina Onieva (42), hermana de Cristian, una de las víctimas.
Además, Romina Marinaccio (41), pareja de Fernando Gabriel Spahn (35), el hombre que conducía el Corsa, contó: “Cuando cruzamos a la Toyota, se nos acercó muchísimo y nos tapó de agua el parabrisas. Fer miró por el retrovisor y vio que le dio de frente al auto que manejaba Guillermo. ‘¡No, los chicos, no!’, gritó él”.
“Venía rapidísimo, volaron los plásticos del auto por todos lados, quedó con las ruedas para arriba”, graficó la mujer.
Tras el impacto, la 4×4 quedó en la banquina, casi cien metros más adelante. Cavanagh no se bajó en ningún momento y sus dos hijos -un varón y una nena- resultaron con heridas leves.
“Cuando nos acercamos corriendo, era un un desastre. Cristian ya estaba muerto adentro del auto y los otros cuerpos estaban por todos lados”, añadió Marinaccio.
Onieva remarcó que “salieron despedidos Ruth, Guillermo y los nenes” y señaló: “A algunos hubo que velarlos a cajón cerrado porque tuvieron que juntar las partes”.
Las familias habían parado en dos estaciones de servicio en el trayecto. En una de ellas los chicos jugaron en las hamacas y, además, desayunaron. “Ellos quedaron atrás porque Ruth había ido al baño en la YPF de la ruta en General Belgrano, por eso iban últimos”, aseguró Marinaccio.
Cristian Onieva, en el Renault Clio que fue chocado y era propiedad de su hermana, se dedicaba a hacer traslados de pacientes para las aseguradoras de riesgos de trabajo (ART). Martínez era chofer de Uber y de taxis, pero actualmente estaba desocupado. Figueroa se dedicaba a criar a sus seis hijos. Todos vivían a pocas cuadras de distancia, en Moreno.
Consultado por Clarín, Spahn, conductor del Corsa, indicó que la 4×4 “arrancó limpito” el techo del Clio, estimó que circulaba “a más de 120 kilómetros por hora, sin ningún otro vehículo adelante” y recordó el dramático momento en que se bajó a asistir a las víctimas.
“Fui a ver a mi amigo que estaba adentro. Le dije ‘Cris, Cris’, pero tenía un corte horrible en la cara y estaba muerto. Empecé a mirar por los costados y eran cuerpos por todos lados”, agregó.
Spahn comentó que “pararon al menos diez autos” tras el siniestro, aunque él estaba en shock y “no sabía quién era quién”.
Las familias son representadas por el abogado Juan Tiberio, del estudio de Fernando Burlando, quien anticipó que va a pedir que se agrave la calificación actual (“quíntuple homicidio culposo y lesiones culposas”, delito excarcelable que prevé una pena de 6 meses a 3 años) a “con dolo eventual”, cuya condena prevista es de 2 a 8 años de prisión.
Cavanagh integra el directorio de la empresa familiar agrícola-ganadera Compañía Comercial e Inversiones del Sur y vive en un piso de la Avenida del Libertador, en Palermo. También tiene residencia en un country de Tandil. Según contó Romina Onieva, tras el hecho borró sus redes sociales. “Parece que si tenés una posición económica acomodada podés ir matando sin consecuencias”, se quejó la mujer.
En el siniestro intervinieron los Bomberos Voluntarios de General Belgrano, a cargo de Hernán Fourcade, el Destacamento Vial Casalins, la UFI N° 9 y el juez de Garantías N° 5 de Chascomús, Christian Sebastián Gasquet.
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