Superclásico: los equipos que piensan Gallardo y Battaglia para el River – Boca
A pesar de la buena noticia que recibió, Marcelo Gallardo todavía no sonríe porque la cuenta regresiva ya empezó y el reloj le juega en contra. A cuatro días del superclásico, David Martínez y Matías Suárez trabajaron con pelota en el entrenamiento de este miércoles por la mañana en Ezeiza, pero todavía no recibieron el alta médica y son las mayores incógnitas de cara al choque de este domingo, desde las 19, en el Monumental.
La presencia del defensor parece algo utópico más allá de este avance en su recuperación. Después de 25 días tras su distensión en el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda que sufrió ante Newell’s, volvió a entrar en contacto con el balón en el campo de juego, pero los ejercicios fueron livianos.
Así, al Negro le quedan dos prácticas (jueves y viernes) para producir el milagro antes de que salga la lista de concentrados y revertir una situación que parece juzgada: más allá de que podría recibir el OK desde el punto de vista clínico, arrastra una gran inactividad y el propio Gallardo dejó en claro post Gimnasia que no lo va a apurar y no va a generar ninguna imprudencia. Así, lo más probable es que González Pirez siga en la zaga junto a Paulo Díaz. ¿O se meterá Maidana?
Por otro lado, Matías Suárez genera una pequeña luz de esperanza. El delantero cordobés de 33 años, que pudo volver a las canchas en el clásico ante San Lorenzo, no pudo continuar con su puesta a punto en la competencia porque una molestia en la rodilla derecha (le realizaron un toilette quirúrgico en octubre pasado por sinovitis) le impidió formar parte del banco de suplentes de River contra el Lobo.
Aunque este tipo de inflamaciones son normales (e impredecibles) en el proceso de recuperación, su baja en el último encuentro encendió las alarmas para el propio Suárez y para Gallardo, quien persigue el objetivo de volver a contar con la mejor versión del 7, ésa que mostró en el primer tramo del año pasado.
Por otro lado, Matías Suárez genera una pequeña luz de esperanza. El delantero cordobés de 33 años, que pudo volver a las canchas en el clásico ante San Lorenzo, no pudo continuar con su puesta a punto en la competencia porque una molestia en la rodilla derecha (le realizaron un toilette quirúrgico en octubre pasado por sinovitis) le impidió formar parte del banco de suplentes de River contra el Lobo.
Aunque este tipo de inflamaciones son normales (e impredecibles) en el proceso de recuperación, su baja en el último encuentro encendió las alarmas para el propio Suárez y para Gallardo, quien persigue el objetivo de volver a contar con la mejor versión del 7, ésa que mostró en el primer tramo del año pasado.
El 11 que paró Battaglia fue con Rossi; Advíncula, Zambrano, Figal, Fabra; Medina, Pol Fernández, Ramírez; Molinas; Villa y Vázquez. En esta formación que el DT probó el miércoles, Battaglia respeta la base del equipo que jugó en La Plata, Zambrano fue por Izquierdoz y Figal reemplazó ocasionalmente a Rojo. Después, Romero entró un rato por Molinas y Benedetto hizo lo mismo por Vázquez.
DEJÁ TU COMENTARIO: Los comentarios publicados son exclusiva responsabilidad legal de sus autores.