Seis claves para entender el Cónclave: ¿De qué se trata este proceso?

Tras la muerte del Papa Francisco, el Vaticano se prepara para poner en marcha uno de los procedimientos más solemnes y reservados de la Iglesia católica: el cónclave. Se trata del proceso por el cual se elige a un nuevo pontífice, una práctica que se mantiene desde el siglo XIII.

El acceso es totalmente limitado y los cardenales electores deben jurar secreto sobre todo lo que ocurre adentro.

¿Qué es el cónclave y cuándo se convoca?

El cónclave es la reunión de cardenales de la Iglesia católica convocada para elegir a un nuevo Papa. Tiene lugar en la Capilla Sixtina del Vaticano y se inicia una vez que queda vacante la sede apostólica, ya sea por muerte o renuncia del pontífice. En este caso, el fallecimiento de Francisco activó la convocatoria.

Antes de que comience el cónclave, se realiza el funeral del Papa fallecido dentro de un período de 9 días de duelo conocido como “novemdiales”. Durante ese lapso, los cardenales comienzan a llegar a Roma desde todo el mundo y se celebran misas en su honor. El cónclave puede comenzar entre 15 y 20 días después de la muerte del pontífice.

¿Quiénes pueden votar en el cónclave?

Tienen derecho a votar todos los cardenales menores de 80 años en el momento en que la sede queda vacante. Actualmente, el Colegio Cardenalicio cuenta con alrededor de 240 miembros, de los cuales 137 serían electores habilitados. El resto, aunque puede participar en los actos previos, no interviene en la votación.

“Para ser elegido Papa no es requisito ser cardenal, aunque en la práctica todos los pontífices modernos han sido cardenales antes de su elección, el derecho dicta que solo es necesario ser varón y estar bautizado”, dijo Sergio González Sandoval, profesor del posgrado de Derecho Canónico en la Universidad Javeriana de Colombia.

¿Cómo es el proceso de votación?

Los cardenales votantes son aislados del mundo exterior al ingresar al cónclave. No pueden usar teléfonos, acceder a medios de comunicación ni mantener contacto con personas ajenas al proceso. Las sesiones de votación se realizan en la Capilla Sixtina y cada cardenal emite su voto en una papeleta, que deposita en una urna especial.

Para ser elegido, un candidato debe obtener una mayoría calificada, es decir, dos tercios de los votos. Si, por ejemplo, participan 120 cardenales, el umbral necesario es de 80. Se pueden realizar hasta cuatro votaciones por día: dos por la mañana y dos por la tarde. Después de cada ronda, los votos se queman junto con productos químicos que producen humo negro o blanco, según el resultado.

“Los cardenales consideran muchos factores: la edad del candidato, su experiencia, su reputación y, especialmente, su visión para el futuro de la Iglesia. También se evalúa su capacidad para gobernar, comunicar y mantener la unidad entre los distintos sectores del catolicismo global”, explicó González Sandoval.

¿Qué significan las fumatas?

Las fumatas son señales de humo que emergen de la chimenea de la Capilla Sixtina. Indican al público reunido en la Plaza San Pedro el resultado de la elección. Si la fumata es negra, no se ha alcanzado consenso y no hay nuevo Papa. En cambio, si la fumata es blanca, se ha elegido un nuevo pontífice. Esta práctica existe desde el Siglo XV y se ha mantenido con algunas modificaciones técnicas para mejorar la visibilidad del humo.

¿Qué pasa si no se logra acuerdo?

Aunque es raro que un cónclave se extienda demasiado, si tras varios días no se logra un consenso, se permite a los cardenales flexibilizar ciertos criterios. Por ejemplo, pueden decidir la reducción del umbral requerido a mayoría simple en lugar de dos tercios. Sin embargo, esto solo ocurre tras muchos intentos fallidos y si la mayoría del cónclave lo aprueba.

Desde el Siglo XX, los cónclaves duran pocos días. El más corto en la historia reciente fue el de 1939 (un día), y el más largo, el de 1831 (se extendió por 50 días). En 2013, la elección de Francisco se resolvió en 5 votaciones, en menos de 48 horas.

“Independientemente del plazo, se elegirá un nuevo papa. Una vez que un candidato recibe suficientes votos, se le pregunta: “¿acepta su elección canónica como sumo pontífice?”. Al decir “acepto”, se convierte en el nuevo líder de la Iglesia católica”, explicó Mathew Schmalz, profesor de estudios del College of the Holy Cross, en Estados Unidos.

Inmediatamente después de ser elegido, el nuevo papa decide su nombre, como lo hizo Jorge Mario Bergoglio cuando fue el primer papa en elegir el nombre Francisco. “La elección de un nombre, especialmente el de un predecesor inmediato, a menudo indica la dirección del pontificado del nuevo papa. En el caso de Francisco, su nombre honraba a San Francisco de Asís, un santo conocido por su sencillez y amor por la naturaleza”, sostuvo Schmalz.

¿Quiénes son los posibles candidatos?

Aunque los nombres de los papables suelen mantenerse en reserva, algunos cardenales suenan como posibles sucesores. Entre ellos, destacan el cardenal Matteo Zuppi (Italia), el prefecto filipino Luis Antonio Tagle, el cardenal canadiense Marc Ouellet y Peter Turkson, de Ghana. También hay expectativa por figuras de América Latina, aunque la elección depende de múltiples factores, incluidos los equilibrios internos del Vaticano.

El nuevo Papa será anunciado desde el balcón de la Basílica de San Pedro con la tradicional frase: “Habemus Papam”. A partir de ese momento, el sucesor de Francisco asumirá la conducción espiritual de más de 1.300 millones de católicos en el mundo.

 

Fuente: Chequeado

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