Salta: Tiene 13 años y se especializa en el arreglo de aparatos electrónicos
Martín Rojas es de Salta, tiene 13 años y abrió su propio laboratorio de reparación de teléfonos celulares, convirtiéndose en un ejemplo e inspiración para muchos. Oriundo de San José de Metán, es estudiante de séptimo grado en la escuela General Manuel Belgrano, practica deportes, habla inglés, canta y toca varios instrumentos musicales.
A su taller lo denominó “Tincho Fix Cellphone”. Sus primeros contactos fueron en Salta Capital, cuando visitó un laboratorio donde arreglaban celulares: “Me interesó mucho, por eso le dije a mi papá que yo quería aprender eso”.
Luego de eso comenzó a realizar distintos cursos de capacitación en Jujuy: “Me dieron el certificado de microelectrónica y microsoldadura en reparación de dispositivos móviles,” relató Martín en una entrevista con El Tribuno.
El joven emprendedor se mostró agradecido con su comunidad: “Ya me comenzaron a traer trabajos los vecinos de Metán y estoy muy agradecido por eso”. Además agregó que “estoy feliz porque pude abrir mi propio negocio con la ayuda de mis padres. Hago cambio de módulo, de pin de carga y reparo botones, entre otras cosas” .
Visión de futuro
Martín es hijo de René Rojas y Lorena Toledo, y es el segundo de tres hermanos. “Mi sueño es poder montar un laboratorio con todo el equipamiento”, dijo. El creador de Tincho Fix Cellphone agregó: “No estoy tan lejos de lograrlo. Me falta un microscopio porque ahora tengo una lupa común y corriente”.
Martín afirmó: “Lo que gano lo voy invirtiendo. Guardo el dinero para comprar herramientas e insumos para seguir avanzando y que mi negocio crezca”. Martín continúa balanceando sus estudios y pasatiempos: “Quiero laburar y ganarme lo mío. Mi sueño es que mi negocio pueda llegar a ser grande y tener gente trabajando conmigo. Siempre me sigo actualizando y aprendiendo en internet”.
Inspirar a otros
La comunidad de Metán apoya a este pequeño técnico, que asombra por su capacidad y dedicación. “Lo de Martín a mí me emociona mucho porque soy su padre. Desde los cinco años comencé a enseñarle inglés y me di cuenta de que era muy inteligente, que es especial y que tiene un cerebro que capta todo con rapidez y facilidad”, comentó René Rojas.
Fuente: El Tribuno de Salta
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