Por los presuntos casos de corrupción en ANDis, empresarios congelarían futuras inversiones en Argentina

“Si las reformas llegan cuestionadas por ser impulsadas por un Gobierno acusado de corrupción, nunca serán de largo plazo”, sentenció el líder de uno de los espacios empresarios más poderosos de la Argentina. El temor del fracaso de las medidas de fondo podrían desbarrancar hasta el consenso del equilibrio fiscal. Este fenómeno se instaló como factor positivo tanto en el oficialismo como en gran parte de la oposición.

Todo se puso en jaque por las revelaciones de audios del exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) Diego Spagnuolo. Los mismos afectan a Karina Milei, a Eduardo ‘Lule’ Menem y otros funcionarios de primera línea. El Gobierno ahora sufre la estampida por lo bajo de entidades del sector privado que hasta ahora mantienen su respaldo público. Sin embargo ya plantearon sus reticencias a la hora de defender a la gestión libertaria de las acusaciones del fuego amigo.

“Spagnuolo es el José López libertario. En ese momento fueron bolsos revoleados, ahora son autodenuncias de sobornos. Ni uno ni el otro son la cabeza de la corrupción, sino sólo la punta del ovillo. Da bronca que todo el esfuerzo que se hizo para lograr una Argentina equilibrada pueda desperdiciarse por este presunto accionar”, aseveró una fuente de altísimo vuelo en el círculo rojo.

Otros integrantes del grupo de empresas más poderosas del país sostuvieron que “las denuncias por corrupción pusieron en jaque el futuro de mediano y largo plazo económico”. Afirmaron que “la existencia de funcionarios acusados de gestionar bajo la órbita de coimas y acuerdos espurios deja poco margen para sostener la institucionalidad y el respeto a la seguridad jurídica”.

Freno de mano a las inversiones

Según confiaron dos empresarios vinculados con el sector energético, “las inversiones planificadas para el año próximo quedaron totalmente congeladas”. Sería hasta que no se aclare la situación judicial. Sucede que existe un “fuerte temor” de que las denuncias pongan en “crisis” al Gobierno y al modelo de gestión.

“El riesgo país seguirá alto. No alcanza con el orden macroeconómico, si es que no hay claridad en el rumbo institucional”, se apresuró a confesar el directivo de una empresa. No es la primera denuncia de corrupción que enfrenta el Gobierno libertario desde que asumió hace poco menos de dos años.

El problema que distinguen es que el poder político central del Presidente quedó en la mira: el Jefe, como le dice el primer mandatario a su hermana Karina. Este clima se instaló en el Council of the Americas del jueves pasado, cuando habían pasado pocas horas de la filtración de los audios de autodenuncias de Spagnuolo.

“Si se comprueba que ella es culpable, es el fin del Gobierno. Pero existen pocas probabilidades de que la Justicia actúe con agilidad con una gestión en curso, como sucedió en la historia del país. Si no se disipan las dudas el daño será irreparable. Nadie va a confiar en medidas que pueden ser revocadas en el futuro por considerar que las tomó una gestión viciada de corrupción”, se espantó otra fuente del sector privado.

 

Fuente: Perfil

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