Ni Pampita ni la China Suárez: Benjamín Vicuña habló de la separación que marcó su vida
En pleno éxito de El primero de nosotros, Benjamín Vicuña fue uno de los invitados del segundo programa de esta nueva edición de PH, Podemos hablar. Un ciclo en el que la exposición de temas de la vida privada de los comensales es inevitable dada las consignas que plante el conductor, Andy Kusnetzoff. Fue así que el actor chileno habló, por ejemplo, de su relación con Roberto García Moritán, el actual marido de Pampita, por ejemplo-.
En otra de las consignas que planteó Andy, debían pasar al punto de encuentro quienes creían que se puede tener una buena relación con una expareja. Un anzuelo fuerte para alguien como Vicuña que tiene como ex y madres de sus hijas a Pampita y a la China Suárez, nada menos.
“Sí, por supuesto separarse es una cag.. gigante, pero también hay que poner en en perspectiva”, empezó diciendo Vicuña. “Yo creo que reciclando y dándole una vuelta estamos todos de acuerdo en cuál es el ideal. Tampoco es bueno bajar línea, o sea, y también empatizo y entiendo el tipo que está recaliente que no quiere volver a ver su mujer. Yo he visto casos realmente horrorosos de gente que se me acerca y me cuenta ‘che, a mí me pasó esto’. Episodios de violencia… O sea, hay tantas historias. La verdad que las mías están infladísimas y amplificadas y tergiversadas por lo mediático, pero dentro de todo no dejan de ser separaciones desde el amor, de dos personas que asumen un fracaso. Pero yo me encuentro con gente que me dice ‘yo tengo una perimetral´, o sea cada uno tiene su mambo, su historia y yo no le voy a decir como se hacen las cosas. Obviamente que el lugar común, como la paz en el mundo, es tratar de llevarse bien con un ex”, afirmó.
Luego de haberle quitado dramatismo a las separaciones que vivió con las madres de sus hijos, habló como nunca de una separación que lo marcó; la de sus propios padres. Juan Pablo Vicuña Parot e Isabel Luco Morandé terminaron su matrimonio cuando Benja tenía solo cuatro años. Y dio detalles fuertes de cómo se dio. “Yo viví una separación donde mis papás fueron como muy radicales, o sea, mis papás se separaron y yo no los vi juntos nunca más. O sea del tipo que toca la bocina fuera a las 8:00 y había que bajar. Nunca más los vi saludarse. Claramente yo estoy estoy a año luz de evolución de eso, pero esa imagen del papá que tocaba la bocina que ni siquiera quería acercarse a su casa te habla un poco del resentimiento y como niño te das cuenta. Creo que cada uno se tiene que ir acomodando, buscando una manera. Si podés celebrar un Año Nuevo todos juntos, maravilloso; si no podés, no. No existe una bajada de línea, todas las separaciones no son iguales y creo que hay una cosa de tiempo, verdad? Al principio hay un dolor que necesitás también distancia”, concluyó.
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