Murió Isabel II de Inglaterra y finaliza el reinado más largo de la historia

Murió Isabel II de Inglaterra y finaliza el reinado más largo de la historia

La reina Isabel II, la monarca que más tiempo permaneció en el trono de Reino Unido y la principal personalidad británica durante siete décadas, falleció a los 96 años en la residencia de Balmoral, en Escocia.

 

“La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El rey y la reina consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”, tuiteó la cuenta oficial del Palacio de Buckingham a las 18.30 hora local.

 

Su hijo mayor, Carlos, de 73 años, se convierte así de forma automática en rey del Reino Unido y en jefe de Estado de otros 14 territorios, incluidos Australia, Canadá y Nueva Zelanda. Su esposa Camilla se convierte en reina consorte.

 

Al momento de morir la reina Isabel, el príncipe Carlos de Gales, el hijo mayor de la soberana y el primero en la línea de sucesión al trono, se convertierte en el nuevo titular de la Corona británica. El segundo en la línea de sucesión es el hijo de Carlos, el príncipe Guillermo y le siguen sus hijos en orden de edad: el príncipe Jorge de Cambridge, la princesa Carlota de Cambridge y el príncipe Louis de Cambridge.

 

La monarca falleció en el castillo de Balmoral, en los Highlands de Escocia, rodeada de sus familiares más cercanos. En las últimas horas habían viajado de urgencia hacia allí su hijo Carlos, y sus nietos William y Harry.

 

Desde finales del año pasado sufría lo que el Palacio de Buckingham ha calificado de “problemas de movilidad episódicos”, que la habían obligado a retirarse de casi todos sus compromisos públicos.

 

Nacida el 21 de abril de 1926, Isabel II llegó al trono tras la muerte de su padre, el rey Jorge VI, el 6 de febrero de 1952, cuando sólo tenía 25 años. Fue coronada en junio del año siguiente. La primera coronación televisada fue un anticipo de un nuevo mundo en el que la vida de la realeza iba a ser cada vez más escrutada por los medios de comunicación, reportó Reuters.

 

Isabel II fue coronada el 2 de junio de 1953. Fue la sexta mujer en ascender el trono británico y la que más tiempo reinó. Se estima que su fortuna personal es de 11.700 millones de dólares.
Mientras estuvo en el trono, vio pasar a 15 primeros ministros y 7 papas. Al cumplir 21 años juró: “Toda mi vida, sea larga o corta, estaré dedicada a vuestro servicio”. Hasta el final cumplió a rajatabla su lema: “Lo primero es la obligación, lo primero es el país”.

 

Protocolo

Según el protocolo revelado hace un año, la “Operación London Bridge” contempla que si la reina Isabel muriera en Balmoral, Escocia, se activará la “Operación Unicornio”, que contempla que su cuerpo sea llevado a Londres en un tren real o, de lo contrario, en avión -”Operación Overstudy”-.

Según precisa The Guardian, el plan indica que el ataúd descansaría temporalmente en el Palacio de Holyroodhouse, adonde llegaría desde Balmoral dos días después de su muerte.
Además, contempla una procesión ceremonial a lo largo de la Royal Mile hasta la Catedral de St. Giles, donde probablemente se realizará un servicio al que asistirá la familia real antes de un velorio de 24 horas, que estaría abierto al público.

 

Al palacio

Desde allí, el plan incluye el traslado a la estación Waverley de Edimburgo para viajar en el Royal Train durante la noche hacia London St Pancras, adonde llegaría a la mañana siguiente.
Desde allí, es probable que el ataúd sea llevado al Palacio de Buckingham antes de la gran procesión ceremonial en Londres prevista para “D+5″ (día D más cinco días) de los planes funerarios de 10 días.

 

Su reinado

Isabel se convirtió en monarca en una época en la que Reino Unido aún conservaba gran parte de su antiguo imperio. Salía de los estragos de la Segunda Guerra Mundial, con el racionamiento de alimentos aún en vigor.
En las décadas siguientes, Isabel fue testigo de enormes cambios políticos y de la agitación social en su país y en el extranjero. Las tribulaciones de su propia familia, sobre todo el divorcio de Carlos y su primera esposa, Diana, se produjeron en plena luz pública.

Sin dejar de ser un símbolo duradero de estabilidad y continuidad para los británicos en una época de relativo declive económico nacional, Isabel también intentó adaptar la antigua institución de la monarquía a las exigencias de la era moderna.
“Ha conseguido modernizar y hacer evolucionar la monarquía como ninguna otra”, dijo su nieto, el príncipe Guillermo en un documental de 2012.

 

 

 

 

 

 

 

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