Luego de la caída en el consumo, el panorama comienza a mejorar para el sector lácteo

Luego de la caída en el consumo, el panorama comienza a mejorar para el sector lácteo

Un buen panorama parece avecinarse para la lechería argentina ante factores que juegan a favor de la actividad. En el ámbito global los valores de la leche en polvo se mantienen firmes, mientras que la demanda se reconfigura en función del contexto geopolítico.

Este es el principal producto de exportación argentino en cuanto al mercado lácteo. A nivel regional, la producción de leche se mantiene acotada en función de los requerimientos de la demanda y nada indica que pueda proyectarse una recuperación sustancial de la oferta.

José “Pepe” Quintana es un empresario integrante del CREA Tambero Ameghino Villegas (región Oeste) y director de la consultora Economía Láctea. “Argentina, que está exportando un mayor volumen de leche en polvo a Argelia, el segundo mercado en importancia para el país por detrás de Brasil”, explicó.

“Las compras de lácteos por parte de Brasil siguen firmes y los precios de exportación del Mercosur se mantienen por encima que los presentes en Oceanía”, indicó. El precio FOB promedio de exportación de la leche en polvo entera se recuperó en el último año y, si bien está lejos del nivel registrado a mediados de 2022, se encuentra en valores elevados en términos históricos.

Mercado interno

Una particularidad que está cambiando la dinámica comercial es la apreciación del peso argentino. Esto resulta muy atractivo para las industrias lácteas que buscan comercializar productos en el mercado interno.

“Habitualmente, el mercado interno permite pagar mejores precios que la exportación en otoño e invierno, pero la situación en primavera suele revertirse”. Sin embargo, Quintana señaló que “este año eso no sucedió y el mercado interno sigue teniendo una competitividad mayor que la exportación”.

Las relaciones de precios son favorables para el sector lechero. Luego de algunas advertencias que finalmente no se cumplieron, el panorama climático y biológico no muestra por el momento señales de alarma.

Sin embargo, Quintana proyecta que, en el mejor de los casos, cabría esperar una recuperación moderada de la producción argentina de leche para el 2025. “Podríamos aspirar a que, en el mejor de los casos, 2025 se parezca a 2023 en términos de producción”, estimó.

 

Fuente: Chacra

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