Lucha contra el cáncer y se casó en el hospital: “Queremos dejar un legado”
Aunque la propuesta llegó ocho años atrás, María Dolores y David pospusieron su boda una y mil veces porque priorizaban otras cosas. Hace unos meses, los médicos detectaron que la mujer de 41 años tenía cáncer en pulmón, hígado y cerebro y su estado de salud se complicó. Fue en medio de la internación que su pareja le propuso “¿por qué no nos casamos acá?”. Y le dieron para adelante: con ayuda del personal, hicieron una pequeña y emotiva ceremonia en un hospital de Córdoba.
Se viralizó un video que muestra cómo se convirtieron en marido y mujer. En diálogo con TN, los protagonistas contaron por qué compartieron las imágenes de ese momento tan íntimo: “Queremos dejar un legado para toda la gente que está pasando por esto. No están solos, siempre hay alguien que te apoya”.
En las imágenes, se ve a los recién casados emocionados junto a los médicos, enfermeras y camilleros que se ocuparon de la organización y presenciaron el momento en el que sellaron oficialmente su amor: “Llorábamos todos”.
Flechazo en una mueblería: así nació el amor
Fue un flechazo. El 17 de agosto de 2013, María Dolores había ido comprar un mueble a un negocio en el que atendía David sin saber que iba a conocer al amor de su vida.
Le comentó qué era lo que necesitaba y él le dio ciertas recomendaciones. “Fue el mueble más caro de mi vida, pero lo sigo teniendo en casa”, dijo ella entre risas. “Desde ese día, siempre me salva la vida. De una forma u otra, siempre está ahí”, expresó la mujer.
A partir de ese momento, se volvieron inseparables y tuvieron a su primera hija. Dos años después David le propuso casamiento y, aunque para ella siempre fue un sí rotundo, surgían otras cuestiones que aplazaron esa ceremonia: “A veces uno deja pasar por cosas que creen que son importante, y a veces no lo son”.
Años más tarde, en plena pandemia, nació su segunda hija, que hoy tiene 3 años. “David es de fierro y daría su vida por nosotras, eso no tiene precio”, insistió la mujer.
En 2021, a María Dolores le diagnosticaron cáncer de mama y se sometió a quimioterapia, rayos y también se operó. En aquel momento le dijeron que estaba todo bien, pero dos meses después descubrieron que había metástasis en el pulmón, hígado y cerebro.
“Se empezó a complicar todo y cuando se me fue para los pulmones y terminamos en la clínica, me dijo ‘¿por qué no nos casamos acá?’ y le dimos para adelante”, detalló.
Cómo fue el casamiento en la clínica
En una situación normal, nadie creería que es el mejor momento. Sin embargo, para ellos sí lo fue y se lanzaron a organizar los preparativos.
David le comentó la idea a Marisa, una de las enfermeras, y ella fue quien lo asesoró para avanzar con los trámites: “Nos ayudó para que se me abrieran las puertas que lograran concretarlo”, precisó David y agregó: “Una vez que pudimos, presentamos la documentación y coordiné con la jueza de paz”.
“Vos dejámelo a mí, que del resto me encargo yo”, le dijo Marisa y, como si fuera una wedding planner profesional, se encargó de conseguir un vestido para María Dolores, el ramo y la ambientación. Días más tarde, la enfermera le contó que iba todo viento en popa para la ceremonia.
En diálogo con este medio, Marisa expresó: “Es muy gratificante y llena el alma verlos mirarse con tanto amor. Eso es lo que me hace convencerme cada día que amo mi profesión”.
“Antes, cayeron las chicas de oncología, me maquillaron y me pusieron el vestido. Mari me contó que la secretaria se había casado la semana anterior y usó su vestido. Lloré desde que salí de la sala hasta donde estaba la jueza”, manifestó. En tanto, David no contuvo sus lágrimas tampoco al verla llegar al improvisado altar.
Finalmente, María Dolores y David dieron el sí en el hospital de Villa Cura Brochero repletos de amor y de emoción. Ambos quedaron muy agradecidos con todo el personal que acompañó y organizó ese momento tan especial para la familia.
“Agradezco a la clínica, el cariño que hemos recibido, las bendiciones en los testimonios. La fuerza que nos han dado ha sido incomparable. Cuando estás ahí, muchas veces necesitás a alguien que te aliente, que te diga ‘ya va a pasar’. Todos tenemos algo por lo que luchar”, subrayó.
En ese contexto, reflexionó: “A veces lo importante no es la plata, ni lo que tenemos, ni lo que somos, ni la posición que ocupamos. La salud, los hijos, la familia, eso es lo que importa. Cuando tenemos lo que la plata no compra tenemos todo”.
Asimismo, David insistió: “El apoyo de las personas es lo que hace que siga luchando. La fortaleza, la fe es lo que ella la mantiene para salir adelante. Si se puede, con amor, salir adelante. Fue fundamental de las personas que conocimos en este trayecto porque cualquier cosa que necesitamos es muy caro y difícil”.
La flamante esposa sigue en tratamiento y nada la detiene. La fuerza de tiburón, como dicen sus hijas, es el motor de todos los días para luchar: “Voy a salir de esto, tengo toda la fe”, cerró.
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