La pobreza trepó al 55,5% en el primer trimestre: ya afecta a casi 25 millones de argentinos, según la UCA

La pobreza alcanzó entre un 55% y un 57% de la población en el primer trimestre de 2024, de los cuales entre un 15% y un 17,5% es indigente. Así lo estimó el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, en diálogo exclusivo con Ámbito. Extrapolado a la población de los 31 aglomerados urbanos, eso implica alrededor de 25 millones de argentinos son pobres, de los cuales cerca de 8 millones se encuentran en estado de extrema pobreza, por debajo de la canasta básica alimentaria (CBA).

 

El desglose de los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) -que ubicaron la pobreza en el 41,7% y la indigencia en el 11,9%-, muestra que en el cuarto trimestre de 2023 la pobreza ascendió al 44,8% mientras que la indigencia trepó al 13,8%. En diciembre, tras la devaluación del 54% del peso, la pobreza escaló al 45,2% y la indigencia al 15,4%.

 

 

“La inseguridad alimentaria total para áreas urbanas relevadas por la encuesta del ODSA-UCA, alcanza al 24,7% de las personas, al 20,8% de los hogares y al 32,2% de los niños, niñas y adolescentes. Por otra parte, se encuentran en una situación aún más grave, con inseguridad alimentaria severa el 10,9% de las personas, el 8,8% de los hogares y el 13,9% de los niños, niñas y adolescentes (NNyA). Al considerar el AMBA, los valores de inseguridad alimentaria total se ubican en el 26,4% de las personas, el 21,8% de los hogares y el 35% de NNyA. Al considerar la inseguridad alimentaria severa se ubican en 9,9%, 12,7% y 16,5%, respectivamente”, según consigna el informe que se titula “Deudas sociales estructurales en la sociedad argentina”.

 

 

El 20,6% de los hogares sufre de ineficiencia alimentaria

En Argentina, el 20,6% de los hogares que sufren insuficiencia alimentaria, que totalizan cerca de 3,7 millones de viviendas y albergan a unos 11 millones de habitantes. Estos elevados valores de privaciones alimentarias que sufre la población buscan ser compensados por diferentes acciones del Estado.

“Considerando a los niños, niñas y adolescentes, el 42,6% de ellos reside en hogares que reciben la AUH+Tarjeta Alimentaria, el 50% asiste a comedores escolares, el 36,7% recibe caja o bolsones de alimentos de comedores y el 11,1% recibe caja o bolsones de alimentos de comedor no escolar; sumando en muchos hogares más de un beneficio”, indica el informe del ODSA-UCA.

Perspectiva para 2024

En medio de un escenario recesivo, la baja de la pobreza para fines de 2024 dependerá de que la inflación continúen en un sendero de desaceleración, comiencen a llegar inversiones y se reactive la economía. “Pero no sabemos cuanto más durará esta recesión. Si la inflación baja por los ajustes de tarifas y no se genera inversión, la pobreza seguirá cercana al 50% y la indigencia en el 15%”, señaló Salvia.

Aunque pronosticó que para junio habrá un “veranito” gracias al cobro del aguinaldo y la suba de las jubilaciones y programas sociales, que reactivarán un poco el consumo (que viene en una fuerte curva descendente). Pero esto también puede traer una aceleración inflacionaria.

“Para que baje la pobreza, debería bajar la inflación y generarse nuevos puestos de trabajo con salarios que crezcan por encima del IPC, al igual que los programas sociales. Así, para fin de año la proyección de la pobreza estaría en un piso cercano al 38%/40% y la indigencia del 12%, siempre y cuando se genere un contexto de baja de inflación y reactivación económica”, evaluó Salvia.

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