El costo de las canastas básicas subió 1,9% en julio, en línea con la inflación general. Se trató de la segunda aceleración consecutiva, aunque el impacto del aumento del dólar fue menor al esperado.
Tanto la Canasta Básica Total (CBT), que determina la línea de pobreza, como la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide el umbral de indigencia, crecieron en la misma proporción. De este modo, una familia compuesta por dos adultos y dos niños necesitó $1.149.353 para no ser considerada pobre y $515.405 para no ser indigente.
La CBA se determina tomando en cuenta las necesidades nutricionales imprescindibles de un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada. A su vez, se seleccionaron los alimentos y sus cantidades en función de los hábitos de consumo de la población. Esto se deduce a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares del INDEC.
Para determinar la CBT se amplía la CBA mediante un coeficiente. El mismo mide la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia.
La inflación se mantuvo debajo del 2%
Vale recordar que durante el mes pasado, el tipo de cambio oficial tuvo un salto del 14%, en medio de un cambio en la política monetaria que provocó mucha volatilidad en los mercados financieros. Aun así, la aceleración de la inflación general fue acotada, desde el 1,6% al 1,9%.
Buena parte de la suba de precios estuvo atada a factores estacionales, como las vacaciones de invierno, el cobro del aguinaldo y ajustes en verduras.
Fuente: Ámbito
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