Con apenas 11 años, Faustino Oro volvió a impactar al mundo del ajedrez: durante el torneo Leyendas y Prodigios en Madrid, logró su primera norma de Gran Maestro, el título más alto en esta disciplina.
El pequeño argentino necesitaba seis puntos en nueve rondas, pero los alcanzó cómodamente en solo siete, con dos partidas aún por disputarse.
Pese a ser sexto preclasificado con un Elo de 2464, Oro no era considerado favorito frente a figuras como el peruano Julio Granda (2628) y el hispano-argentino Alan Pichot (2588). Sin embargo, comenzó ganando sus primeras cuatro partidas y, tras cinco rondas, compartía la cima con Pichot. Su enfrentamiento en la sexta jornada fue clave: Oro se impuso y dejó claro que estaba dispuesto a pelear por el primer lugar.
Con este logro, el joven prodigio sigue batiendo récords. Ya había superado a Abhimanyu Mishra como Maestro Internacional más joven de la historia y ahora tiene la oportunidad de convertirse en el Gran Maestro más joven, ya que Mishra lo consiguió a los 12 años, 4 meses y 25 días, mientras que Oro todavía no cumplió los 12.
Además, su Elo podría llegar a 2.500 en la próxima actualización, convirtiéndolo en el más joven en alcanzar esa puntuación y colocándolo en el top 10 del ajedrez argentino antes de cumplir 12 años.
Más allá de los resultados, impresiona su estilo de juego: combina solidez posicional, típica de jugadores experimentados, con una táctica explosiva, capaz de definir partidas con jugadas sorprendentes. En Madrid volvió a demostrar que mantiene la calma en posiciones cerradas y ejecuta combinaciones brillantes cuando la situación lo requiere.
Si mantiene este nivel, Oro podría integrarse pronto al equipo olímpico argentino y, a futuro, competir entre la élite mundial. Mientras tanto, su próximo objetivo es cerrar el torneo con fuerza: unos pocos empates podrían bastarle para consagrarse campeón.
