Estudiante de Uader terminó de cursar y llevó la libreta a la tumba de su madre

Estudiante de Uader terminó de cursar y llevó la libreta a la tumba de su madre

El joven entrerriano en contacto con EntreRíosYA, expresó que la idea de su historia es visibilizar una realidad que muy pocas veces es contada en los medios. Abel Velásquez es oriundo de Aldea María Luisa, tiene 23 años y es estudiante del profesorado de Educación Primaria Rural de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER). Su mamá, Virginia Arias de Retamar, falleció en 2018 a los 42 años, mientras él se encontraba cursando el profesorado. La semana pasada Abel terminó de cursar y le quedan cuatro materias para recibirse, un sueño que compartió con su madre. Le llevó la libreta universitaria al cementerio y se la presentó ante su tumba, en señal de agradecimiento.

 

 

 

Abel Velásquez comenzó a cursar la carrera de Profesorado de Educación Primaria con Orientación Rural (facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales de Uader) en la escuela Almafuerte, en La Picada. “Estoy muy satisfecho de dejar mi sello en esta institución deseada. La escuela Almafuerte dejó en mí una gran conexión significativa de esta historia y va conmigo para todos lados … Almafuerte fue, es y siempre será mi refugio deseado”, escribió en sus redes sociales.

 

 

 

Fue ése el espacio donde compartió la imagen de su libreta de calificaciones frente a la tumba de su mamá, el posteo recibió numerosos mensajes de contención, aliento y felicitaciones.

 

 

En un posteo anterior había escrito: “Hoy es el último día que uso este guardapolvo como “estudiante”… como “practicante”. Hoy es el último día en el culmino las prácticas docentes en el marco de la cátedra Practicas Docentes III Aula y Escuela, Espacio de Enseñar y Aprender en el Espacio Social Rural… Quiero agradecer a mi madre Virginia Arias Reimer porque si ella no era mi puerta de entrada a este mundo, no podría obtener estas experiencias. Hoy no puedo agradecértelo en persona y me apena no poder hacerlo pero yo ya puedo comenzar a sentirme en paz, a sentirme tranquilo… de que estoy llegando a cumplirte la promesa…esa promesa que te mencioné aquel día que te fuiste. No fue una promesa fácil pero si no te lo hubiese hecho, a lo mejor no cargaría con tanta resistencia para llegar a este último tramo y poder próximamente cumplir con nuestro deseo: graduarme”.

 

 

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