El Gobierno extendió por una semana el plazo de los retiros voluntarios antes de avanzar con despidos masivos
El anuncio del cierre de la agencia Télam durante el discurso inaugural de sesiones legislativas del Presidente sorprendió a propios y ajenos. No tanto por la decisión en sí misma, anticipada en campaña por Javier Milei, sino por lo “intempestivo” de su aviso. Desde entonces, se inició un procedimiento preventivo de crisis en la Secretaria de Trabajo, la gran mayoría de empleados fueron dispensados y se abrió un plan de retiros voluntarios que venció este viernes. Sin embargo, el interventor de los medios públicos, Diego Chaher, comunicó esa misma tarde que el régimen se extendía por siete días más, al igual que el plazo límite que se había fijado para que los trabajadores devuelvan todos los equipos que les fueron asignados para su labor.
Según pudo saber LA NACION, al momento un 35% del total de los trabajadores de Télam- un universo que alberga a más de 770 empleados, algunos de más de 30 años de antigüedad-, se acogió al régimen de retiros voluntarios. De acuerdo a estos datos, al menos 260 empleados ya negociaron su salida de la agencia estatal que los últimos días anunció también el cierre todas sus corresponsalías en el país, con las sedes de Rosario y la ciudad de La Plata como las de mayor dimensión.
La extensión de la fecha límite para adherir al plan de retiros ya estaba tomada la semana pasada, pero se concretó recién este viernes a última hora cuando Chaher dio orden al área de recursos humanos para que emitiera un comunicado interno. En el escrito, enviado a la gran mayoría de empleados dispensados -con excepción de un puñado menor a 40 que destina tareas administrativas en el área de legales, publicidad o afines- se anunció la prórroga con fecha límite para el próximo viernes 17 de mayo.
El Gobierno continuará así con el procedimiento preventivo de crisis que le permite avanzar con desvinculaciones del personal, que podrían alcanzar al 82% de la planta y suspensiones de cláusulas convencionales vigentes. Pero, además, quedará habilitado de pagar a los trabajadores el 50% de los ofrecido en los retiros voluntarios.
Según el documento al que accedió LA NACION, mediante el cual el interventor le pedía semanas atrás a la Secretaría de Trabajo iniciar el procedimiento preventivo de crisis, “se están agotando los recursos económicos y humanos de la organización”.
“Hemos decidido concentrar nuestra acción en profundizar la gestión del programa de retiros cuyo vencimiento en las actuales condiciones se producirá el 10 de mayo de 2024, todo ello con una estricta razón de ir adaptando el esquema a la efectiva disponibilidad de recursos que procura el Estado”, indicaba el escrito oficial antes de extender la medida 7 días más.
Los motivos de la prórroga son variados. Por un lado, los responsables no querían dejar en el camino a un grupo de empleados que en los últimos días se mostraron interesados en aceptar la oferta del Gobierno pero no llegaron a cerrar el acuerdo. “Son varios los que quedan”, dijeron las voces oficiales.
“En virtud al alto interés en la adhesión al Plan de Retiro Voluntario vigente y. encontrándose en pleno trámite múltiples suscripciones al respectivo acuerdo, se resuelve la extensión”, se precisó en el comunicado que lleva la firma de Chaher.
También habrá quienes deslizarán que antes “no había plata” y ahora el ministro de Economía giró los fondos que faltaban. Más precisamente el resto de la partida presupuestaria del año: 4 mil millones de pesos.
Aún más al pasar algunos cercanos al Gobierno admitirán que el anuncio de aquel 1 de marzo de Milei fue “intempestivo” e “inminente”, sobre todo para el propio Chaher que si bien estaba al tanto de las intenciones del Presidente de cerrar la agencia, recién había desembarcado hace menos de un mes como interventor. Antes de ponerse en autos con la situación de cada uno de los empleados, o acercar algún tipo de propuesta, tuvo que vallar la agencia que quedó custodiada por la policía de federal.
Más de dos meses después, el arribo de fondos permite extender la negociación individual con cada uno de los empleados. “Es una acuerdo entre partes”, señalaron desde uno de los gremios que conviven en la agencia. Lo cierto es que desde el Gobierno no lograron precisar qué porcentaje de la indemnización representa el plan de retiro, aunque destacaron que la intención es acercarse “lo más posible” y darle prioridad a los casos más sensibles.
Más allá de la puja de los gremios por revertir la situación, algunos de los trabajadores descreen que el Gobierno pueda dar marcha atrás. “No cerrás dos meses una empresa pagando el salario si no querés cerrar”, señalaron allegados al sector sindical en relación a la dispensa de empleados.
“El Gobierno tiende a redoblar la apuesta y a no generar un canal de diálogo, pero nos gustaría que revean esta decisión porque el país necesita una agencia de noticias”, planteó el titular del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), Agustín Lecchi.
Y sumó: “Ningún sector de la política avala el cierre. Incluso así lo indican sectores de la propia Libertad Avanza y del Pro. El cierre es una locura, ningún país de los cuales Milei reivindica tiene medios públicos”.
Si bien cercanos al interventor hablan de “un rediseño de Télam”, el concepto de agencia de noticias como tal no está en los planes. Tampoco la búsqueda de algún sistema de financiamiento mixto que permita a la entidad continuar con su histórica labor de informar. Fuentes de gran conocimiento de la situación dejaron entrever que el nuevo esquema tendrá como prioridad salvaguardar sólo la pata publicitaria de la agencia. Resta resolver cuál será el destino del archivo histórico.
Fuente: La Nación
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