Dos asaltos sembraron inquietud en la ciudad de Gualeguaychú
Dos asaltos sembraron inquietud en la ciudad de Gualeguaychú. En una ferretería del barrio Molinari, se llevaron 80 mil pesos a punta de pistola. Mientras que en el centro, tres encapuchados intentaron entrar a la casa de una familia.
Un hombre y su esposa fueron violentamente golpeados, en un intento de asalto en su vivienda, ubicada en calle Jujuy, entre Magnasco e Irigoyen, en la ciudad de Gualeguaychú. El hecho ocurrió la tarde de este jueves, cuando tres delincuentes, con el rostro cubierto por pasamontañas, intentaron ingresar al domicilio.
Según informaron, uno de los asaltantes tocó el timbre de la casa. Al abrir la puerta, los tres irrumpieron de forma violenta con la intención clara de cometer un robo.
Durante el ataque, tanto el hombre como la mujer fueron golpeados y cayeron al suelo. Los delincuentes olvidaron precintos y una réplica de plástico de un arma 45 mm, aunque escaparon sin robar nada.
“No se lo deseo a nadie”
Carlos Pautasio, vecino de calle Jujuy al 900 que sufrió un asalto junto a su esposa en el interior de su domicilio, relató que tres delincuentes ingresaron a su casa luego de tocar timbre y atropellar a su esposa cuando abrió levemente la puerta. “Sinceramente no se lo deseo a nadie, porque es algo que no sabes cómo va a terminar”, señaló.
“Me pareció que eran tres jóvenes de entre 18 y 20 años. Me decían dame la plata, dame la plata. Pero no eran los chorros que andan robando celulares para comprar droga, porque entraron y estaban los celulares, la notebook, la bicicleta…pero no tocaron nada de eso. Entraron con la idea de llevarse plata”, indicó.
A Carlos lo agarraron entre dos, lo tiraron al piso mientras le tapaban la boca. “No podía respirar, me pedían plata. Se ve que intentaron ponerme los precintos porque tengo marcas, pero no me di cuenta en qué momento”, relató.
El suceso ocurrió de forma muy rápida y de pronto, sin mediar palabra, salieron corriendo de la casa, sin haber concretado ninguna sustracción. “Dejaron una réplica de revolver y los precintos tirados en casa”, contó a Radio Máxima.
Carlos analizó lo sucedido, después del hecho, y consideran que cuando su esposa gritó, la joven que les alquila pudo escucharlos y cerró un portón que da al patio, haciendo un ruido fuerte. “Quizás por ese ruido se asustaron”, dijo.
“Alguien comentó en casa que se habían ido en un auto blanco, pero cuando salí a la calle no vi nada, no sé por dónde se fueron”, señaló el vecino.
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