En el medio de la primer ola de calor del 2025, el cuerpo pide estar más fresco y liviano. Es por eso que prestarle atención a nuestra alimentación es fundamental en esta época del año.
Incorporar alimentos frescos, ricos en agua y nutrientes, no solo te ayudará a mantenerte hidratado, sino también a sentirte un cuerpo más ligero y saludable durante toda la temporada.
1. Frutas ricas en agua: tus mejores aliadas
Las frutas son indispensables en el verano por su alto contenido de agua, vitaminas y antioxidantes. Algunas opciones ideales son:
Sandía: Con un 92% de agua, es refrescante, diurética y ayuda a reponer líquidos.
Melón: Dulce y ligero, perfecto para calmar la sed.
Naranjas y pomelos: Su vitamina C refuerza el sistema inmunológico y su jugo es altamente hidratante.
Frutillas y arándanos: Pequeñas, prácticas y ricas en antioxidantes, ideales para picar entre horas.
2. Vegetales frescos: hidratación y nutrición en un solo bocado
Las ensaladas son la estrella del verano por su frescura y versatilidad. Elegí vegetales con alto contenido de agua, como:
Pepino: Compuesto por un 95% de agua, es un básico para ensaladas o como snack con limón y sal.
Apio: Perfecto para jugos verdes o como acompañamiento, ayuda a la hidratación y la digestión.
Lechuga y rúcula: Aportan fibra y frescura sin sumar muchas calorías.
Tomate: Rico en licopeno y agua, es ideal para combatir el calor y cuidar la piel del sol.
3. Lácteos y derivados ligeros
Los productos lácteos como el yogur natural o los quesos frescos son excelentes opciones para días calurosos. El yogur, además de refrescante, aporta probióticos que benefician la salud digestiva. Probalo con frutas o granola para un desayuno o merienda completa.
4. Opciones líquidas: sopas frías y jugos naturales
Sopas frías: El gazpacho o las cremas de vegetales fríos (como pepino o calabacín) son alternativas nutritivas y ligeras para el almuerzo.
Jugos naturales y smoothies: Combiná frutas y vegetales con un toque de agua o leche de almendras para crear bebidas hidratantes y deliciosas.
5. Infusiones frías y aguas saborizadas
No solo el agua te hidrata. Las infusiones frías, como té de hierbas o verde, son refrescantes y aportan beneficios antioxidantes. También podés preparar aguas saborizadas con rodajas de limón, menta, pepino o frutas como frutillas y duraznos.
Tips adicionales
Mantené una botella de agua contigo y tomá pequeños sorbos durante todo el día.
Evitá el exceso de bebidas alcohólicas y azucaradas, ya que pueden deshidratarte.
Sumá alimentos con electrolitos, como el plátano o el coco, para reponer sales minerales perdidas con el sudor.
Fuente: Marie Claire
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