Coleccionista argentino estuvo a punto de quedarse con la camiseta de Maradona
La camiseta con la que Diego Armando Maradona le marcó los dos goles a Inglaterra en los cuartos de final del Mundial de México 1986 (la “Mano de Dios” y el “Gol del siglo”) rompió todos los récords, al convertirse en la remera deportiva más cara de la historia en la subasta que se llevó a cabo en la casa Sothebys. Esta impresionante pieza llegó a la impactante cifra de 7.142.500 libras (USD 9,2 millones). El artículo quedó en manos de un postulante de Medio Oriente.
El argentino Marcelo Ordas, dueño de una de las colecciones de artículos futbolísticos más importantes del planeta, pujó hasta último momento para quedarse con el artículo del Pelusa sin suerte.
Ordas, que minutos antes de la finalización le brindó detalles exclusivos a Infobae, no pudo ocultar su tristeza por lo acontecido en Londres y se quebró al finalizar la conversación con un programa de Radio Metro. “Se nos quebró Marcelo”, se percató Fernando Lavecchia al escuchar la quebradiza voz con la que se despidió el coleccionista. “Está hecho pelota”, añadió Gabriel Schultz, integrantes del programa Decímetro.
“Estoy triste, porque pensé que la ganábamos, porque detrás de mí había mucha gente que acompañó esta cruzada. Este sueño nos movilizó para venir a Londres. Era llevar esta camiseta a Argentina para poder compartirla”, reconoció al inicio de la charla. Y luego, remarcó: “Estoy triste por no poder llevarla a casa para que esté con todos los argentinos. Del otro lado había gente de Medio Oriente con muchos más recursos económicos, no históricos y pasionales como los nuestros”.
Durante la charla, Marcelo reconoció que su oferta de 7.5 millones de libras era la mejor y que la posibilidad se les escurrió de las manos a falta de escasos instantes. “Fuimos la mejor oferta y faltaban 17 segundos, justo ese número”, manifestó. “Ellos pujaron un último valor al que ya no podíamos llegar, porque la casa te dice hasta cuándo podés pujar según tus recursos y nuestro máximo era ese”, detalló.
Ordas acudió a Inglaterra con la ayuda de algunas personalidades del fútbol, como el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino y la de una de las máximas figuras del Barcelona de España. “Podría nombrar 100 personas, pero al primero que quiero nombrar es a Claudio Tapia, que me llamó y se puso a disposición de manera personal. Si bien me dijo que tenía el apoyo de AFA, me dijo que iba a buscar recursos personales, de amigos. Y hoy a la mañana Gerard Piqué. Yo vivo en España y tengo una relación con Piqué. Me dijo ‘Sé lo que significa esa armadura para los argentinos’. Y también aportó”, comento.
Para concluir, el coleccionista dejó en claro que hará un último intento para persuadir a los compradores para que la camiseta del segundo tiempo de Diego Armando Maradona en el recordado partido ante los ingleses pueda ser exhibida en Argentina en octubre para celebrar el cumpleaños del astro: “Nos gustaría tener una charla con ellos, para tratar de todos los modos posibles llevarla en el mes de octubre a Argentina y poder exhibirla para el cumpleaños de Diego. Estamos aguardando acá en la casa para poder reunirnos”.
Para tener noción de la cifra que se pagó, el récord vigente era de una camiseta de los Yankees de Nueva York que perteneció al mítico beisbolista Babe Ruth y la utilizó en el lapso 1928-1930: se vendió en USD 5,64 millones en una subasta el 15 de junio de 2019, lo que la convirtió en la pieza de colección deportiva más cara jamás vendida. Mientras que el valor de la de Maradona es de más de USD 9 millones.
Durante años, la prenda estuvo en poder del ex futbolista inglés Steve Hodge, quien jugó ese histórico partido del Mundial de 1986. Aquel intercambio marcó su carrera y su vida, tanto que tituló su biografía “El hombre con la camiseta de Maradona”. La prenda estaba exhibida en el Museo del Fútbol de Manchester. “Tuve ofertas para venderla pero no quise hacerlo: es el gran momento de mi carrera y un recuerdo del mejor futbolista que jugó a este deporte”, había asegurado en el libro “El Partido”, de Andrés Burgo. Pero algo lo hizo cambiar de opinión.
Cómo despertó la pasión por coleccionar
Ordas, hincha de Independiente que vivió la época dorada del Rojo reveló que todo comenzó en 1990 durante el triunfo de la Albiceleste contra Brasil en el Mundial de Italia. Él era uno de los más de 60 mil espectadores que se encontraban en el Estadio delle Alpi viendo el duelo de los octavos de final y, luego de haber perdido la esperanza de clasificarse a la siguiente ronda porque la verdeamarela era claramente superior en el campo de juego, se desmayó tras gritar el gol de Claudio Paul Caniggia: “En el momento en que la pelota infló la red salí corriendo desaforado y les grité de todo a los brasileros que nos estaban gastando. Ahí nomás me descompensé”.
Con apenas 17 años, recuperó el conocimiento en una sala de primeros auxilios en el estadio y una enfermera le informó que el equipo de Carlos Bilardo había vencido 1 a 0. Fue Julio Grondona, amigo de su padre quien era secretario de Cultura de Independiente, le abrió las puertas del vestuario del seleccionado nacional en donde se encontró con sus héroes. “Cuando abrió esa puerta fue mucho más que Disney. Fue la mayor descripción de felicidad que tuve en mi vida”.
Caniggia le regaló entonces la camiseta con la que había marcado el histórico gol y despertó en él un pasatiempo que lo llevó a convertirse en el coleccionista de camisetas más grande del mundo.
Entre sus piezas más preciadas se encuentra una de las pelotas con las que se disputó la final del Mundial de Uruguay 1930, una camiseta del club Alumni de 1901, un par de botines de la selección alemana nazi durante el Mundial de 1938, una casaca del Santos con la que Pelé ganó la Libertadores de 1964 , la camiseta con la que Johan Cruyff debutó en la selección de Holanda y la 10 con la que Riquelme se consagró campeón del mundo con Boca Juniors ante el Real Madrid en el año 2000, entre otros tesoros.
Fuente: Infobae
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