Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera mujer en asumir la presidencia de México

Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera mujer en asumir la presidencia de México

Claudia Sheinbaum asumió este 1 de octubre como la primera presidenta en la historia de México, marcando un hito en la política del país. Durante su emotivo discurso de toma de posesión, la exalcaldesa de Ciudad de México se mostró más efusiva que de costumbre, destacando su rol multifacético. “Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy, por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos”, declaró ante una ovación en el Congreso de la Unión.

Sheinbaum, de 62 años, llega al poder tras obtener una victoria contundente en las elecciones del 2 de junio, donde superó por 30 puntos a su rival Xóchitl Gálvez. Además, su partido, Morena, consiguió amplias mayorías en el Congreso, lo que asegura gobernabilidad en los próximos años. No obstante, la presidenta enfrentará grandes retos, entre ellos, contener la crisis de inseguridad que afecta a México y mantener la estabilidad económica en un contexto global incierto.

En su discurso, Sheinbaum rindió homenaje a su predecesor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de quien fue una de las funcionarias más cercanas. “La historia y el pueblo han juzgado a AMLO como uno de los grandes, el dirigente y luchador social más importante de la historia moderna de México, el presidente más querido”, afirmó, destacando su compromiso con la continuidad de las políticas obradoristas, especialmente en lo que respecta a la lucha contra la pobreza.

Sheinbaum enfatizó que su gobierno seguirá el enfoque del “humanismo mexicano” promovido por AMLO, afirmando que “no puede haber gobierno rico con pueblo pobre” y que “la política se hace con amor”. Reafirmó la filosofía de priorizar a los sectores más vulnerables, aunque dejó claro que también pondrá su propio sello en temas como el medio ambiente y la equidad de género.

Una de las principales preocupaciones tras su victoria fue la reacción de los mercados internacionales. Luego de las elecciones, el peso mexicano experimentó una ligera devaluación debido al temor de que un gobierno de izquierda pudiera afectar la seguridad jurídica de las inversiones extranjeras. En respuesta, Sheinbaum aseguró que las inversiones estarán seguras en México y que convocará a empresarios para mantener el acuerdo sobre el precio de la canasta básica. “Tengan la certeza de que las inversiones de nacionales y extranjeros estarán seguras en nuestro país”, afirmó.

En cuanto a la seguridad, Sheinbaum mantendrá el enfoque de atacar las causas de la violencia mediante políticas sociales. “Debemos evitar que los jóvenes sean captados por el crimen a través de oportunidades y programas que los alejen de la violencia”, explicó.

No obstante, en los temas de medio ambiente y género, Sheinbaum se diferenciará de AMLO. Mientras su predecesor impulsó grandes obras de infraestructura con impacto ambiental, como el Tren Maya, la presidenta electa anunció un plan de transición energética que incluirá sanciones más severas para las empresas que contaminen y limitará la producción petrolera solo para consumo local. “Haremos de México una potencia científica y tecnológica, vinculada al desarrollo sostenible”, señaló.

El momento más efusivo de su discurso llegó al abordar la cuestión de género. Sheinbaum, quien anteriormente no había sido vista como una defensora acérrima del feminismo, mostró una postura firme en este tema al asumir la presidencia. “Es el tiempo de las mujeres”, proclamó, añadiendo que la historia que se les contaba en la niñez invisibilizaba sus contribuciones. “En 503 años de historia, por primera vez llegamos las mujeres a la presidencia. Y digo llegamos porque no llego sola, llegamos todas”, subrayó.

Con un fuerte mensaje de inclusión, Sheinbaum destacó el papel de las mujeres indígenas, madres y heroínas anónimas que, desde sus hogares o trabajos, han luchado por ver este momento histórico. Además, anunció un programa de apoyo bimestral para mujeres de 60 a 64 años que dedicaron su vida al cuidado de otros sin salario.

Para cerrar, hizo una invitación a que el país adopte el uso del término “presidenta”. “Las mujeres podemos ser presidentas, y hago una respetuosa invitación a que digamos presidenta con A, al igual que decimos abogada, doctora, o soldada. Porque solo lo que se nombra existe”, concluyó.

Fuente: BBC

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