A dos años de la desaparición de Facundo Astudillo Castro, su madre aún siente “rabia”

A dos años de la desaparición de Facundo Astudillo Castro, su madre aún siente “rabia”

A dos años de la desaparición de Facundo Astudillo Castro, quien el 30 de abril de 2020, en plena cuarentena por la pandemia de coronavirus, salió de su casa de Pedro Luro y 107 días después lo encontraron muerto y semienterrado en un cangrejal de Daniel Cerri,

“Queremos saber todo lo que le hicieron a Facu”, dijo a Télam Cristina Castro, la madre de la víctima, quien junto a sus abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio tiene previsto solicitar nuevas medidas de prueba que creen que actualmente se pueden llevar a cabo gracias a los avances de “la tecnología”.

El 23 de diciembre pasado, la Cámara Federal de Casación Penal resolvió apartar de la causa a la jueza federal de Bahía Blanca, María Gabriela Marrón, por lo que el expediente pasó a su colega Walter Ezequiel López Da Silva.

Desde el inicio de la causa, tanto la madre de Facundo y sus abogados, como los fiscales a cargo de la investigación (Andrés Heim, Horacio Azzolín e Iara Silvestre) mantenían serias diferencias con la jueza Marrón, quien sistemáticamente rechazaba todos los planteos que formulaban.
“El juez que nos ha tocado es una persona muy correcta, es una persona que habla de frente y te mira a los ojos. Creo que vamos a avanzar y vamos a tener justicia”, señaló Castro.

Por su parte, Leandro Aparicio, uno de los dos abogados que representan a Cristina, explicó a Télam que “hay medidas de prueba que en otro momento se pidieron con la otra jueza y que no se han realizado y que se pueden volver a pedir ante el nuevo juez”.

A su vez, el letrado se refirió a un peritaje de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) que determinó que la ropa hallada en la mochila de Facundo estaba dañada “con algún elemento químico” y presentaba “cortes y puntazos”.

Según el abogado, el informe pericial de Gendarmería indicó que las prendas de vestir del joven fallecido habían sido combustionadas desde afuera y con la ropa puesta, “lo que significa que alguien lo quemó”.

“Lo sostengo desde el día que me dijeron los peritos que su ropa presentaba lesiones, quemaduras y roturas que se hicieron con el cuerpo de Facundo adentro: se han tomado un tiempo para torturarlo”, afirmó Cristina.

Y en ese sentido añadió: “Con todo eso encima, uno llega a este segundo aniversario impotente, enojado, con mucha rabia de saber que a tu hijo le hicieron semejante maldad, y sin tener a las personas que hicieron eso detrás de las rejas”.

Desde un primer momento, la madre de Facundo apuntó sus sospechas hacia el personal de la Policía de la provincia de Buenos Aires y hasta pidió en reiteradas oportunidades la detención de cuatro efectivos de la fuerza, a quienes acusó de haber interceptado y retenido a su hijo por violar la cuarentena el día en que desapareció, aunque la justicia nunca hizo lugar a ese requerimiento.

Para el abogado Aparicio, estos cuatro policías, identificados como Alberto González, Gabriel Sosa, Siomara Flores y Jana Curruhinca, “no son los únicos responsables” y aseguró que hubo “maniobras de encubrimiento”.

Por ello es que el letrado, junto a los representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) acordaron pedir la producción de nuevas testimoniales, que se estiman se llevarán a cabo en las próximas semanas, con el fin de obtener mayor información sobre las presuntas maniobras para desviar la investigación por parte de la Policía.

Aparicio se excusó de brindar precisiones sobre estos testigos ya que, según él, se encuentran bajo amenaza.

“Existió una reunión en un vivero municipal de Villarino, un lugar llamado Argerich, muy cerca del lugar donde se encontró el cuerpo, una semana antes del hallazgo del cuerpo, y en esa reunión estuvieron reunidos comisarios de la Provincia de Buenos Aires, funcionarios municipales y dos periodistas de Bahía Blanca que son a quienes nosotros denunciamos como responsables de toda la cadena de encubrimiento”, precisó el letrado.
Facundo Astudillo Castro fue visto con vida por última vez el 30 de abril del 2020, cuando salió de su casa de la ciudad bonaerense de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca para ver a su novia.

Tras ser interceptado por la Policía por violar el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), nada más se supo de él hasta el 15 de agosto, cuando sus restos fueron hallados semienterrados en un cangrejal de la vecina localidad de General Cerri.

La autopsia realizada por expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) determinó que el joven murió como consecuencia de una “asfixia por sumersión”, aunque no se pudo confirmar si ese deceso fue producto de un homicidio o un accidente.

Télam.

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