Son 8 trabajadores, 8 familias que se suman a la larga lista de despidos en la industria y que recorren los titulares y editoriales de varios medios de comunicación. A lo mejor, los despidos en Electro Part pasaban desapercibidos. Eran 8 más de los miles que fueron despedidos desde que asumió Milei, pero los laburantes no lo aceptaron. En horas de la tarde del día de ayer, decidieron ocupar la planta con el apoyo de sus compañeros porque saben que hoy son ellos y mañana les toca al resto.
Detrás de cada laburante hay una historia, hay proyectos y sueños que son pisoteados por las patronales que, como en este caso, ni siquiera pagan la indemnización. Toca una vez más pelearla, con la frente alta y mucho esfuerzo como siempre, y con la solidaridad de amigos, compañeros y familias.
La historia de los trabajadores de Electro Part es la de miles que ya están en la calle haciendo Uber, changueando con laburos precarios y ocasionales o teniendo que aceptar un laburo “en blanco” con salarios de miseria ya que las patronales se aprovechan para imponer reformas laborales de hecho.
Los mates iban y venían en la puerta de la fábrica mientras se acercaban delegados de base de distintos establecimientos comentando la situación que se vive en la industria. En donde había horas extras se frenaron, en donde había trabajadores contratados los despidieron. Se reducen turnos, se frenan las líneas y aparece en el horizonte inmediato la reforma laboral esclavista que quiere presentar Milei y el gran empresariado.
Por la reincorporación de los despedidos, por un plan de lucha nacional
Los 8 despedidos en Electro Part son parte de los más de 26 mil despedidos en la industria metalúrgica desde que asumió Milei y sabemos que la situación no va a mejorar. El gobierno obedece al plan económico del capital financiero, el FMI y el gran empresariado local. Están pagando una deuda ilegal a costa del empleo, los salarios, las jubilaciones, la educación y la salud. Las conducciones sindicales son conscientes de esto y lo denuncian, pero su inacción y pasividad es absolutamente cómplice con este modelo. Cuántos despidos hacen falta para pasar a la acción? Cuántas leyes de flexibilización?
Hay que rodear de solidaridad cada conflicto, llamando a las familias, a los sindicatos, organizaciones sociales y estudiantiles a defender cada puesto de trabajo. Hacer de cada lucha una trinchera de resistencia de los planes de ajuste, pero buscando desarrollar la más amplia coordinación. Así lo planteamos desde el encuentro de trabajadores convocado por el sindicato de químicos de Río Tercero reunido hace dos semanas y así se hará en el encuentro convocado por sindicatos combativos y comisiones internas de la zona norte de Buenos Aires convocado para este fin de semana. Son pasos importantes para la coordinación y para rodear de solidaridad a cada lucha, pero es necesario que la CGT y los principales gremios convoquen a un paro nacional y un plan de lucha sostenido en el tiempo, con piquetes y movilizaciones en todo el país. Para voltear la reforma laboral, por la reincorporación de todos los despedidos y el conjunto de los reclamos obreros y populares.
