Tita Frank celebró este sábado sus 100 años de vida con un emotivo festejo que se realizó en el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Paraná.
Tita nació en Aldea Brasilera, donde pasaba los domingos asistiendo a misa junto a su abuela. Desde pequeña, trabajó en el negocio familiar y más tarde cursó estudios en el Instituto Cristo Redentor. Durante el festejo, dejó algunas reflexiones: “El trabajo es salud, porque el que trabaja no pierde el tiempo en tonterías”.
También agregó: “Lo lindo es estar con la familia, porque eso es lo que se lleva de recuerdo hasta el final de los días”.
El festejo fue organizado por sus hijos, entre ellos Jorge Vallejos, presidente de la Asociación de Amigos del cuartel, quien expresó su alegría por compartir el momento en familia.
Su hija Sara, que viajó desde la localidad de Frank para sumarse al agasajo, destacó el buen estado de salud de su madre y el acompañamiento familiar: “Está muy bien físicamente, llegó muy bien a sus 100 años gracias a los cuidados de sus tres hijos”. “Mamá ve que todos somos unidos”, completó Ana María.
Tita resumió su visión de la vida con una frase sencilla pero contundente: “Inútilmente no se llega a viejo, uno tiene que olvidarse de algo”.
