Un productor agropecuario fue víctima de un violento hecho de inseguridad rural durante la noche del sábado, cuando regresaba a su establecimiento y fue sorprendido por al menos tres delincuentes armados, quienes lo secuestraron, le robaron cerca de tres millones de pesos y posteriormente incendiaron su camioneta. Ocurrió en la zona rural de Carmen de Areco, Buenos Aires.
El episodio ocurrió cerca de las 21, cuando la víctima regresaba a su campo y se detuvo para abrir el portón de ingreso. En ese momento, fue abordado por tres hombres encapuchados, uno de ellos armado, que lo redujeron y lo subieron por la fuerza a la parte trasera de su vehículo. Según el relato posterior, los asaltantes lo trasladaron durante unos 15 kilómetros por caminos rurales, mientras lo amenazaban de muerte y también a su familia.
Durante el secuestro, los delincuentes le exigieron el dinero que llevaba consigo. El productor había cobrado horas antes una suma cercana a los tres millones de pesos por la venta de tosca, actividad que desarrolla en una cantera de la zona. Los atacantes se apoderaron del efectivo y luego lo abandonaron en una banquina, en plena oscuridad y sin posibilidad inmediata de comunicarse.
Tras ser dejado en libertad, el hombre caminó varios kilómetros hasta lograr que un motociclista lo auxiliara y lo trasladara hasta la Patrulla Rural. Sin embargo, denunció que al llegar al destacamento no encontró personal ni móviles disponibles y que debió comunicarse con el 911 para que se activara la asistencia policial, dio cuenta La Nación
Horas más tarde, la camioneta del productor, una Ford Ranger blanca que utilizaba como herramienta de trabajo, fue hallada completamente incendiada en un camino rural.
La denuncia fue radicada ante el Comando de Prevención Rural y la causa fue caratulada como “robo agravado en despoblado y en banda”. La investigación quedó en manos de la UFI N°2 del Departamento Judicial correspondiente. Hasta el momento, no se informaron personas detenidas ni sospechosos identificados.
El productor resultó ileso, aunque manifestó temor por su seguridad y la de su familia, y reconoció que este hecho condiciona el desarrollo de sus actividades productivas y turísticas dentro del establecimiento rural.
