Comienza la temporada de observación de uno de los fenómenos astronómicos más esperados del año: la lluvia de meteoros Perseidas. Este evento anual cautiva a aficionados y científicos de todo el mundo, no solo por la impresionante frecuencia de meteoros, sino también por los destellos de luz que iluminan el cielo nocturno.
Las Perseidas ocurren entre mediados de julio y finales de agosto, cuando la Tierra atraviesa la estela de escombros dejada por el cometa 109P/Swift-Tuttle, el responsable de este espectáculo.
“Este cometa realiza su órbita alrededor del Sol cada 133 años, pero su estela de partículas de polvo y hielo sigue siendo un espectáculo impresionante”, explicó el astrónomo encargado de la observación. Estos fragmentos de polvo y hielo, que alcanzan velocidades de hasta 59 km/s al entrar en la atmósfera terrestre, se desintegran, generando las brillantes estelas conocidas como meteoros. Aunque el cometa no representa una amenaza directa, la lluvia de meteoros promete ser un evento fascinante para los observadores este año.
El pico de Las Perseidas: expectativa y desafíos para los observadores
La actividad de las Perseidas 2025 comenzará el 17 de julio y se extenderá hasta el 24 de agosto. Sin embargo, el momento de mayor intensidad será el 12 de agosto, día en el que se espera ver hasta 100 meteoros por hora, convirtiendo a este evento en uno de los más prolíficos del año. A pesar de la abundancia de meteoros, los astrónomos advierten que la visibilidad puede verse afectada por el brillo de la Luna, que estará iluminada en un 90% en ese momento.
“El brillo de la Luna, que estará un 90% iluminada, puede opacar los meteoros más débiles, limitando la visibilidad”, mencionó uno de los expertos. A pesar de este desafío, se prevé que los meteoros más brillantes sigan siendo visibles, y la noche del 12 de agosto seguirá siendo una oportunidad única para disfrutar del fenómeno. El radiante, el punto de origen de la lluvia de meteoros, se encuentra en la constelación de Perseo, lo que convierte a esta área del cielo en el centro de la actividad.
Además de su espectacularidad visual, la lluvia de meteoros de las Perseidas tiene un fuerte componente histórico y cultural. Su aparición coincide con la fecha de la muerte de San Lorenzo, un mártir cristiano que, según la leyenda, fue ejecutado el 10 de agosto de 258 d.C. Se cuenta que durante su sufrimiento, mostró una gran valentía, incluso pidiendo que lo voltearan, ya que ya estaba “hecho por un lado”. En muchas culturas, los meteoros de las Perseidas son conocidos como las “lágrimas de San Lorenzo”, una tradición que persiste hasta el día de hoy.
La relación de las Perseidas con este símbolo religioso no solo agrega un misticismo particular al fenómeno, sino que también resalta el vínculo que tiene la astronomía con la cultura popular. Sin embargo, el origen científico de este evento es igualmente fascinante. El cometa Swift-Tuttle, que deja los escombros que forman la lluvia de meteoros, es uno de los cometas más grandes conocidos, con un núcleo de aproximadamente 26 kilómetros de ancho. Fue descubierto en 1862 por los astrónomos Lewis Swift y Horace Tuttle y continúa siendo objeto de estudio para los científicos informó Infobae.
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