Matilda Blanco reveló su calvario: sufrió mala praxis en una cirugía estética
La reciente condena a Aníbal Lotocki por mala praxis en la causa que le iniciaron Silvina Luna y Pamela Sosa, entre otras damnificadas, motivó a muchas figuras del medio a contar sus propias experiencias dentro del quirófano. Tal es el caso de Matilda Blanco (54), quien en las últimas horas dio cuenta del calvario que vivió años atrás cuando se sometió a una cirugía plástica.
La reconocida crítica de moda tomó coraje en medio de una nota en A la tarde (América, lunes a viernes a las 16) sobre el mencionado cirujano y reveló: “Les voy a confesar a todos acá. Yo tuve una mala praxis con una cirugía y realmente me fue muy mal con la cirujana, con la aseguradora. Realmente me hicieron algo que ya no se hacía más”.
“Gracias a Dios hoy tengo un médico a mi lado que está componiendo lo que otro médico me hizo mal. Hace muchos años, al igual que muchas mujeres, tenía ganas de sacarme algún rollito que me molestaba y la persona que me lo hizo decidió no cerrar la pared abdominal”, continuó con su relato.
“Solamente no fue eso, porque yo no quería hacerme una lipo en la pierna y la realizó sin consultarme… Lipoaspiró linfas, entonces durante seis o siete meses yo tuve las piernas mal y tengo que tomar medicación de por vida”, lanzó la también panelista dejando atónitos a todos sus compañeros, publicó Clarín.
“La confianza que tengo en ustedes, me llevó a abrirme un poco más. La pasé muy mal. Mucho tiempo… Mi abogada y amiga me ayudó un montón. Lo más doloroso es que esta profesional que me operó era bastante amiga mía. Viví una historia tremenda”, continuó diciendo la también modista y asesora de imagen.
“Al menos, quiero decirle a las mujeres que vean a otros médicos, que se cercioren con cirujanos, que tengan una práctica real en esto. Hay gente que te toma de conejillo de indias y yo lo sé porque me pasó. Me tomaron de conejillo de indias. Yo me entregué”, agregó en otro momento de su relato, que por momentos se dio, al borde de las lágrimas.
Y concluyó, notablemente conmovida: “Cuando ya me estaba recuperando tuve un encuentro con esa persona, fue en una comida. Y ella confesó entre varios, que el procedimiento que me hizo en la cara interna de las piernas, ya no se hacía más, pero bueno que lo hizo aunque no se hacía más”.
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