Sancor, una de las empresas lácteas más importantes del país, envió más de 350 telegramas de despido a sus trabajadores, aunque no se descarta que este número aumente. Los mismos impactan en las plantas de Gálvez, Sunchales, La Carlota y Balnearia. Se enmarca en lo que la empresa llamó “proceso de reestructuración”.
De esta manera, los despidos en el sector privado siguen aumentando en Argentina. Esta es parte de una serie de ajustes operativos debido a la falta de inversión privada y una caída en la productividad. La medida se tomó tras la paralización de la producción y la demora en la llegada de un grupo inversor, que aún no ha concretado su arribo.
Los empleados de las plantas recibieron los telegramas de despido en los últimos días. En los documentos, la empresa especifica que la decisión se debe a “razones de fuerza mayor ajenas a la voluntad de la compañía”. Además informaron que se garantizarán los pagos de indemnización y liquidaciones conforme a la ley. Desde el sindicato de trabajadores del sector (ATILRA) aún no han emitido un comunicado oficial, aunque se realizaron reuniones internas para evaluar los próximos pasos.
Grave crisis
Según fuentes cercanas a la empresa, la principal causa de los despidos es la falta de trabajo, debido a la escasez de materia prima y la reducción en el volumen de producción. “No se justifica mantener toda la estructura operativa con plantas paradas y poco volumen de negocio”, explicaron desde Sancor. A pesar de que la empresa sigue negociando con un grupo inversor para lograr un rescate, no se ha cerrado ningún acuerdo definitivo, lo que aumenta la incertidumbre sobre el futuro inmediato de la cooperativa.
Sancor atraviesa una grave crisis financiera desde su reestructuración en 2016, con una deuda superior a los 400 millones de dólares. Esto llevó al nuevo directorio a intensificar la búsqueda de inversores privados. En sus mejores tiempos, la empresa llegó a procesar 4 millones de litros diarios y contaba con un personal de 5.100 trabajadores. Sin embargo, actualmente esa cifra se desplomó a unos 250.000 litros y sólo 1.350 personas, sin contar los recientes despidos.
La cooperativa cerró varias plantas en los últimos años. Las interrupciones en la producción continúan afectando tanto a las plantas en Córdoba, donde se fabrican quesos, mantecas y cremas. A medida que la crisis se profundiza, las decisiones clave sobre el futuro de Sancor deberán ser aprobadas en asamblea por los socios. Esto añade un elemento adicional de incertidumbre a la ya complicada situación financiera de la empresa.
Con información de Perfil
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