El conjunto dirigido por Fernando Gago fue sorprendido por Alianza Lima, que tras el 2-2 en el global lo venció por penales en la mismísima Bombonera y lo dejó afuera.
La reciente eliminación de Boca Juniors en la fase 2 de la Copa Libertadores, cuyos resultados en vivo podés seguir en Flashscore, no solo representa un duro golpe en lo deportivo para el conjunto “Xeneize”, sino que también implica una significativa pérdida económica para el club azul y oro. La imposibilidad de avanzar en el certamen continental priva a la institución de ingresos millonarios que podrían haber fortalecido sus finanzas en 2025.
El equipo dirigido por Fernando Gago no solo quedó fuera de la fase de grupos de la Libertadores, sino que tampoco tendrá la posibilidad de disputar la Copa Sudamericana, ya que ni siquiera alcanzó la fase 3 del torneo. Esto representa un impacto directo en los recursos que Boca podría haber obtenido en caso de un mejor desempeño.
En términos económicos, la eliminación temprana significa la pérdida de importantes ingresos por premios de la Conmebol. De haber superado a Alianza Lima, Boca habría asegurado al menos 600.000 dólares y la posibilidad de jugar la Copa Sudamericana, lo que habría garantizado otros ingresos adicionales.
Si el equipo hubiese avanzado a la fase de grupos de la Libertadores, habría recibido un monto de 4.100.000 dólares, más un adicional de 330.000 dólares por cada partido ganado en esa instancia. En caso de llegar a los octavos de final, Boca habría sumado 1.250.000 dólares, mientras que los cuartos de final otorgaban 1.700.000 dólares y las semifinales, 2.300.000 dólares.
En el escenario más favorable, de haber alcanzado la final, el club habría recibido un premio base de 7 millones de dólares, cifra que se habría elevado hasta los 23 millones en caso de consagrarse campeón.
En total, Boca dejó de percibir una suma superior a los 35 millones de dólares, lo que impactará directamente en su presupuesto y estrategias futuras, además de la vergüenza deportiva que significa no cumplir con las mínimas expectativas que se esperaban.
Esta situación obliga al club presidido por Juan Román Riquelme a replantear su proyecto deportivo y administrativo: la continuidad del cuerpo técnico y las decisiones dirigenciales serán claves en el corto plazo para definir el rumbo de Boca en un año en el que no contará con competiciones internacionales.
La institución deberá analizar cómo reconfigurar su estructura y buscar alternativas para compensar el impacto financiero de esta eliminación prematura. ¿Seguirá en su cargo el debilitado Fernando Gago? ¿Qué reacción tendrán los hinchas? Todo está por verse.