En un comunicado emitido en las últimas horas, el Gobierno Nacional justificó la decisión del presidente Javier Milei de vetar los tres proyectos de ley que habían sido aprobados por el Congreso, los cuales implicaban un aumento de las jubilaciones, la reinstauración de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad. La respuesta del Ejecutivo a esta medida fue: “No hay plata”.
La Oficina del Presidente explicó que los proyectos aprobados por el Congreso se hicieron de manera “irresponsable”, ya que no se había determinado “el origen de los fondos necesarios para llevarlos a cabo”. Este tipo de iniciativas, consideraron desde la Casa Rosada, “atentan contra el equilibrio fiscal y van en contra del mandato popular de las últimas elecciones presidenciales”, que buscaban “erradicar definitivamente la inflación”. Según el comunicado, esta es la razón principal por la que el presidente Milei decidió vetar las leyes en cuestión.
Además, el comunicado expuso que los proyectos en cuestión representaban un gasto adicional muy significativo para el Estado. En total, “los referidos proyectos de ley implicarían, en conjunto, para el Estado Nacional, un gasto adicional este año de más de 7 billones de pesos, y cerca de 17 billones de pesos para el año 2026”.
Estos números, comparados con el Producto Bruto Interno (PBI) de Argentina, equivalen a un aumento del 0,9% del PBI calculado para el año en curso y del 1,68% del PBI estimado para el año entrante, lo cual generaría un fuerte impacto en las finanzas públicas.
La crítica a la clase política
En términos de política económica, el Gobierno de Milei no dudó en señalar que la motivación detrás de estos proyectos no era otra que el “uso electoralista”. Consideraron que, al ser impulsados en medio del contexto electoral, los proyectos intentaban crear una campaña disfrazada de causas nobles, pero con el “evidente objetivo de provocar una fuerte ruptura del orden macroeconómico” que tanto esfuerzo costó conseguir a los argentinos.
A juicio del Ejecutivo, los proyectos que ahora fueron vetados son una clara manifestación de la “misma clase política que, durante su gestión, impulsó medidas que multiplicaron la inflación y la pobreza”, y que hoy buscan revertir la tendencia inflacionaria de la actual administración. Según el comunicado oficial, la intención de estos proyectos era llevar nuevamente al pueblo argentino a la miseria, debido a los “gastos desmedidos” que generarían sin una fuente clara de financiamiento.
El llamado a la reflexión política y el compromiso con el equilibrio fiscal
Desde la Casa Rosada, alertaron también que nuevos proyectos con características similares serían tratados en el Congreso en los próximos días. Estos nuevos proyectos, indicaron, siguen con la misma intención: “forzar al Gobierno Nacional a gastar más sin decir de dónde sacar el dinero”. En este contexto, el Gobierno convocó a una parte del “arco político” para que apoyen su decisión, comprendiendo la importancia histórica de este momento y el impacto que tendría para el futuro del país.
Desde el Gobierno destacaron que, “a diferencia de lo que hacen los políticos de la casta”, el presidente Milei prefiere “decir una verdad incómoda en lugar de repetir mentiras confortables”. La premisa, agregaron, es clara: “No hay plata, y la única forma de hacer a Argentina grande otra vez es con esfuerzo y honestidad, no con las mismas recetas de siempre”. Desde Balcarce 50, se dejó en claro que la decisión de vetar los proyectos es una acción coherente con la visión fiscal y económica que busca establecer este gobierno.
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