La industria manufacturera no despega: En enero solo utilizó un 55% de su capacidad instalada

La industria manufacturera argentina utilizó solo el 55% de su capacidad instalada en enero. El valor fue apenas superior al 54,6% de enero de 2024. En ese momento, la economía estaba atravesando los primeros efectos de la devaluación de diciembre previo.

Se trata del segundo peor enero desde que el INDEC comenzó la nueva serie, en 2016. Si bien el sector superó el piso de su recesión, en los últimos meses el proceso de recuperación comenzó a dar señales de estancamiento. Asimismo, se sigue percibiendo una gran heterogeneidad entre los diferentes rubros industriales.

Pamela Morales, economista de Econviews, sostuvo que hay algunos factores de la política económica que juegan a favor de algunas industrias y otros en contra. Es por eso que resta ver cuáles pesan más en los próximos meses. Entre los primeros destacó al crecimiento del crédito al sector privado. Este financiamiento resulta indispensable para invertir en maquinaria y con ello aumentar la producción.

En cuanto a la apertura comercial, marcó una ambigüedad. Beneficia a los rubros que necesitan de insumos y maquinaria para aumentar de su producción, como la industria automotriz. Sin embargo, perjudica a otros que van a recibir competencia directa, como el de indumentaria.

En paralelo, marcó que, mientras la eliminación de “regulaciones innecesarias” mejora la competitividad de los productos locales, el atraso cambiario genera el efecto contrario.

Performances

Según lo informado por el INDEC, los bloques sectoriales que presentaron niveles de utilización de la capacidad instalada superiores al nivel general fueron refinación del petróleo (84,6%), papel y cartón (67,3%), sustancias y productos químicos (66,0%), productos alimenticios y bebidas (61,0%), e industrias metálicas básicas (59,3%).

Los bloques sectoriales que se ubican debajo del nivel general fueron edición e impresión (52,1%), productos minerales no metálicos (43,3%), productos del tabaco (40,8%), productos de caucho y plástico (39,6%), metalmecánica excepto automotores (38,1%), industria automotriz (34,8%) y productos textiles (33,9%).

Las principales incidencias positivas respecto de las variaciones versus enero de 2024 se vieron en la elaboración de sustancias y productos químicos. También en los productos alimenticios y bebidas. En el primer caso incidieron los mayores niveles de elaboración de materias primas plásticas y de productos químicos básicos. En el segundo caso influyó sobre todo la molienda de oleaginosas.

En el otro extremo, las industrias metálicas básicas arrojaron la principal incidencia negativa, en un contexto en el cual la producción de acero se derrumbó más de 25% interanual.

 

Fuente: Ámbito

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