La buscan desde 1990 en Gualeguaychú: El misterioso caso de Blanca Susana

La buscan desde 1990 en Gualeguaychú: El misterioso caso de Blanca Susana

El 17 de marzo de 1990 en calle Schachtel de Gualeguaychú, cerca de Obras Sanitarias Municipal, fue vista por última vez Blanca Susana. Tenía 14 años y era una niña muy retraída y apegada a su familia. Esa tarde había ido a la casa de su hermana Gloria; llevó a sus sobrinitos a un cumpleaños. Su hermana mayor, salió a hacer unas compras y Blanca quedó en el domicilio con su cuñado.

Al regresar del mercado, Blanca no estaba. “Se debe haber ido”, dijo el marido de Gloria. Los padres de la niña -que vivían a tres cuadras de distancia- pensaron que se había quedado a dormir con la hermana; mientras que Gloria dio por descontado que Blanca había regresado al hogar familiar. Recién al otro día alertaron de su desaparición.

La periodista e investigadora Paola Robles Duarte ha dedicado sus últimos años a intentar reflotar la causa y que la Justicia busque la verdad; contó que la primera punta de su trabajo surgió el día en que se ordenó realizar una excavación en el predio de una empresa de colectivos, cercana al domicilio de Blanca Susana. Los rumores vecinales comentaban que “había restos que podían ser humanos y que podía tratarse de la chica de Sola”.

“Eso fue el 11 de diciembre del 2018. Yo nunca había escuchado su historia. Le pregunté a los policías que estaban en el lugar quién era la piba Sola y me contaron que era una chica que vivía por esa zona, que desapareció en los 90 y nunca se supo qué pasó”, indicó Robles y agregó: “Encontré en Internet algo de información, y después fui reconstruyendo con la hemeroteca del Instituto Magnasco”.

 

El primer “No” de la Justicia

Desde 1990 a 2018 habían sido muy pocos los datos que se habían podido recabar. Algunos testimonios vecinales y familiares. Y pocas, muy pocas respuestas.

La investigadora y periodista se acercó a la Justicia para saber si la excavación tenía relación con el caso de Blanca Sola. La respuesta fue “No”. En ese momento entendió que la causa estaba totalmente olvidada; había cambiado el sistema procesal penal; habían pasado muchos años y todo fue a parar al olvido. “Todo se quemó; la familia tampoco tenía copia de la causa. Todo quedó en cero, como si Blanca nunca hubiera desaparecido. Eso es un grave error porque cuando se está buscando a una persona nunca se puede cerrar o quemar una causa”, expresó Paola Robles Duarte en diálogo con El Argentino.

“El expurgo es un procedimiento que realiza el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos una vez cada tanto. Ahora contrata una empresa que tritura el papel, pero en aquel momento se quemaba todo. Estamos hablando de la desaparición de una persona. Hasta que no aparezca, esa causa no tendría que haber sido archivada”, explicó.

Un nuevo comenzar

Paola recordó que “a principios de marzo de 2019, para los 29 años de la desaparición de ella, me llamaron del juzgado y me dijeron que iban a recibirnos junto a los hermanos y familiares de Blanca Susana. El juez va a hablar con ellos y les va a explicar esta situación, de que todo indicaría que la causa se expurgó, que no existe. También, tratar de reanudar la búsqueda. El Juez Telenta lo recibió a Juan Sola, el hermano y le pidió disculpas en nombre del Estado entrerriano porque se había dejado buscar a su hermana y que él, desde su lugar de juez, se comprometía a la reapertura de la causa”.

Desde ese comenzó lentamente la reconstrucción de la causa; búsqueda de expedientes, de abogados que ya no estaban, de vecinos que ya habían muertos, y de recuerdos que estaban difusos. La investigación había pasado por diferentes jueces; todo se fue complejizando, pero la reapertura y reconstrucción de la búsqueda logró ponerse en marcha.

“Los primeros pasos de la investigación estuvieron marcados por una mirada machista y de clase muy fuerte. La Policía de la época decía: “ya va a volver; se debe haber ido con algún noviecito. Se lo trató como una fuga de hogar, cuando la personalidad de Blanca y el contexto no hacían pensar eso. Esto está documentado en los diarios de la época. Es un espanto pero fue así”, contó la investigadora del caso.

“Ya va a volver. Se la buscó, no se la encontró, y si no se la encontró es porque ella se quiso ir. Y la realidad es que era una nena de 14 años que tenía poquísima vida social”, resaltó Paola y agregó: “si hubiera sido una nena de 3 o 5 años se hubiera buscado con mayor seriedad; pero cuando tienen 13, 14 años hay una mirada con sesgo machista que presume que las adolescentes se van, que lo hacen para hacer su propia vida”.

El círculo familiar fue investigado -naturalmente- por ser el último contacto y lugar donde se vio a la menor. Además, se evaluaron las posibilidades de un rapto, de una desaparición forzada y actualmente se siguen las pistas de nuevas hipótesis.

Lo importante, es destacar que Blanca Susana no “desapareció”; alguien se la llevó; algo ocurrió. Los chicos no desaparecen; los roban, los secuestran. Blanca Susana existió; vivió en Gualeguaychú y desde hace 34 años que su familia la está buscando.

El dato

Cualquier persona que tenga información o algún dato de interés, puede acercarse a los Tribunales de Gualeguaychú. El Juez Telenta es quien sigue la investigación.

 

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