Intendente de Gilbert está acusado de abuso: “No entendía que yo no quería”, expresó la victima
Verónica Portillo tiene 27 años, tres hijos y trabaja como auxiliar de enfermería en un geriátrico de Urdinarrain. Es nacida y criada en Gilbert, departamento Gualeguaychú. Estuvo casada, hasta que se separó en mayo de 2021, con Edgar Constantino, sobrino de Ángel Fabián Constantino (57), el intendente que está imputado por tres casos de abuso sexual con acceso carnal en la localidad entrerriana.
“A él no le importó que yo estuviera casada con su sobrino”
“Nos separamos con mi marido por esta situación con su tío, yo sentía que, de alguna manera, me entregó. Ya no soportaba más la convivencia en medio de esta pesadilla y un día, desesperada, le pedí el divorcio”, contó Portillo.
Dijo ue la misma situación que ella vivió “le pasó a una prima: esto de pedir fotos desnuda. A él no le importó nada que yo estuviera casada con su sobrino”.
Mencionó que “el abuso verbal comenzó en 2015, aunque se intensificó más a fines de 2020 y en 2021. Fue un calvario, hasta que decidí terminar con mi matrimonio, porque sentía que no tenía otra salida, al no poder contar con nadie”.
La joven indicó que “hay muchos testimonios; hay muchas mujeres que no quieren hablar y que nos contaron a nosotras, no sé si por miedo o porque es un pueblo chico y todos te miran diciéndote que ‘es todo mentira’, es entendible que no se animen a hablar”.
La denuncia de Portillo es “por abuso sexual”. Relató que ella está en contacto con las otras dos denunciantes.
“Me preguntaba: ¿tuve yo la culpa de que pasara esto? Y no lo era”
Aseveró que ha sentido “mucho miedo”. De la misma manera confió: “Lo que nos preguntamos lo que pasamos por esto es ‘¿Yo tuve la culpa de que pasara esto?’, y no, no tenemos la culpa de nada; pero es difícil pasar por todo esto. Fue de terror hacer la denuncia, lo tuve que hacer en dos partes, porque en la primera no puede hacerla”.
La denunciante agregó que la primera vez que fue a brindar su testimonio “no estaba preparada psicológicamente, muy mal emocionalmente, no sabía nadie de mi entorno lo que me había pasado, hasta que lo hablé con una amiga, que fue la que me acompañó y me dio todo su apoyo, además de mi abogado, que fueron los que me ayudaron a armar el rompecabezas que yo tenía, que era un caos. Ahí puede hacer la segunda denuncia”.
Portillo trabajaba en un geriátrico. “Le pedía a mi ex pareja que me viniera a buscar, llegaba la camioneta y yo pensando que él (el sobrino del acusado) estaba dentro del vehículo, no estaba. Se lo reclamaba a él cuando llegaba a casa, sobre el porqué no me había ido a buscar y me decía que su tío estaba en Urdinarrain y que no podía ir a buscarlo. Era todo mentira porque no lo quería llevar”, confió, en un profundo llanto.
A juicio de la chica, a su ex marido “no lo veo siendo cómplice de su tío. Hubo muchas situaciones en las que él le pedía más respeto. No creo que él haya sido capaz de algo así”.
Al referir situaciones que vivió con el intendente ahora con licencia en su cargo, expresó: “Me dejaba en mi casa, y no alcanzaba a bajarme de la camioneta que era insistentemente con el pedio para que le pase fotos, con acoso total. No tenía problemas de mandarme mensajes cuando sabía que estaba con mis hijos. Una vez estaba la mujer a unos diez pasos, y él estaba buscando tocarme, hacerme cosas; me tenía que bajar de la camioneta. No entendía un ‘no’, y para mí era re difícil de esa situación”.
De la misma manera expresó que cuando le mencionó a Ángel Constantino que “iba a contar lo que sucedía”, le manifestó que “yo iba a cargar sobre mis espaldas con el despido de mi ex pareja y de mi papá. Me decía ‘¿quién te va a creer ahora?’”.
Al ser consultada sobre el porqué no realizó la denuncia en la comisaría de Gilbert, y sí lo hizo en Fiscalía, en Gualeguaychú, fue contundente al afirmar: “No confío en la policía de este lugar. Lamentablemente no. Acá la policía depende mucho del municipio”.
Portillo detalló que el denunciado tiene restricción para con ella, aunque “no la ha respetado, no la cumple, anda como si nada”.
La joven puso relevancia en que “no hay apoyo” en su pueblo, y que sólo lo consigue “desde afuera: de Paraná y Gualeguaychú”.
“La gente se ha enterado que yo hice la denuncia, muchos me han preguntado cuando hicimos la marcha de pedido de justicia. Sino era mi familia nomás la que sabía. Hay mucha gente que me cree, otras personas que no se quieren meter; hay también quién me dice que es político el tema, porque él (Constantino) sembró esa versión. Acá no hay nada político, espero que la política esté lejos del caso”, aseveró la chica.
Al rememorar los hechos que acontecieron y que son parte de la denuncia, Portillo se refirió que en una oportunidad el intendente “tomó otro camino que no era el habitual para la ida y estacionó en un descampado. Se me tiró encima, no tuve defensa posible. Mucho no recuerdo, pero no había amanecido. Sí tengo claro la sensación de que mi alma y mi mente se desprendieron de mi cuerpo. Estaba como ausente, sólo oía el ruido de los autos que transitaban por la ruta. Tampoco sé cómo llegué al trabajo, sí que estaba desorientada, pero hice la jornada laboral normal sin hablar con nadie, me sentía sucia, humillada por ese monstruo”.
“Es como si se me paraba el corazón, le pedía que vuelva a la ruta y él me decía que no tenga miedo, que no iba a pasar nada; hasta que paró en la tranquera de un campo, yo no quería sacarme el cinturón por nada del mundo. Le pedía por favor ‘que no’. No entendía. Le dije que mi marido me iba a preguntar por qué había llegado tarde y yo no iba a saber qué responderle. Entonces, ahí accedió a llevarme. Cuando llegué a casa tuve que mentir”, narró.
Para culminar, la joven que está “muy angustiada” expresó su deseo que “esto se termine lo antes posible, para poder continuar con mi vida y que él vaya preso, porque se lo merece. No lo odio, no siento nada pro esa persona. Quiero que se haga justicia, por las otras chicas y por mí”.
Fuente: Elonce
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