Estuvo más filoso de lo esperado y esta vez lo vieron enchufado con la política, de la que había tomado distancia después de la paliza porteña. “Le hizo bien tomarse unas vacaciones”, bromeó un dirigente que participó del encuentro que Macri mantuvo con dirigentes del PRO.
En esa reunión, Macri vaticinó que antes que termine el mes “al Gobierno se le va a acabar el agrande”, porque explotarán chat y transferencias del caso Libra en la causa que se desarrolla en Estados Unidos. Imposible que sea en la Argentina, donde el fiscal Eduardo Taiano avanza con pie de plomo. Tan de plomo que hasta los querellantes tuvieron que advertirle que irían a los medios sino procedía mínimamente.
“Agazapemos la mayor cantidad de candidatos PRO en las listas porque en diciembre vamos a jugar con los gobernadores y Villaruel a construir una derecha seria que condicione a Milei”, fue la definición política más importante que trazó Macri, según confió a LPO un dirigente que participo del encuentro.
En ese sentido, evaluó que el flamante espacio político que crearon seis gobernadores, probablemente termine conformando un interbloque que podría presidir el cordobés Juan Schiaretti, principal impulsor de ese espacio y amigo de hace décadas de Macri.
Al analizar la situación en la Ciudad, Macri pareció permeable a explorar un acuerdo de gobernabilidad con Rodríguez Larreta, que implique sumar gente suya a cargos. Toda una novedad. Y se despidió deslizando un vaticinio inquietante sobre Diego Santilli.
Fuente: La Politica Online
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