El Gobierno nacional se alista para profundizar el ajuste en el sistema de medios públicos. En las próximas horas se anunciará oficialmente la designación de una nueva autoridad al frente de la Subsecretaría de Medios, un área que permanecía vacante desde el inicio de la gestión libertaria.
La persona elegida, cuyo nombre aún no se hará público, no proviene del ámbito de la comunicación. Tiene formación académica en economía, pero cero experiencia en medios. Esa elección no es casual. Según explicaron desde la Casa Rosada, “no es del medio, ni conoce de él”, y justamente por eso fue seleccionada: “llega para achicar todo”, afirmaron sin rodeos desde el entorno oficial.
La Subsecretaría de Medios está bajo el ala de Manuel Adorni, vocero presidencial y figura cercana tanto a Javier Milei como a su hermana Karina, con control directo sobre el esquema comunicacional del gobierno.
En la práctica, la llegada de esta nueva funcionaria representa el paso previo a un nuevo recorte en las estructuras de comunicación del Estado. La estrategia incluye retiros voluntarios, despidos y el posible cierre de áreas completas. Entre los organismos apuntados están Radio y Televisión Argentina (RTA), Radio Nacional, TV Pública, Contenidos Públicos Sociedad del Estado y la Agencia de Publicidad del Estado SAU (ex Télam).
En el caso de la TV Pública, hay cerca de 900 trabajadores y aún no se definió cuántos serán despedidos. En Radio Nacional, que tiene 1169 empleados, se baraja la posibilidad de reducir a la mitad la plantilla. Para APE SAU, la situación es distinta: ya fue objeto de un recorte fuerte durante el cierre de la agencia en 2024, cuando quedaron 228 empleados activos.
También se analiza el cierre definitivo del área de Contenidos Públicos, uno de los sectores que más incomodan al Gobierno. Aunque no se difundieron cifras oficiales, todas las áreas mencionadas están bajo evaluación, y la primera alternativa que se ofrecerá será la de retiros voluntarios, antes de avanzar con cesantías masivas.
Desde el inicio de la gestión, el discurso oficial sostiene que los medios públicos están sobredimensionados. En ese marco, el Ejecutivo ya eliminó unos 51.000 puestos en el Estado.
Este nuevo avance sobre el sistema de medios estatales coincide con una movida personal de Adorni, quien la semana pasada estrenó un programa propio con el objetivo de “desmentir noticias falsas”. Se trata de un unipersonal que emula el estilo de “6-7-8” y que toma prestada parte de la estética del venezolano Diosdado Cabello en su ciclo “Con el mazo dando”.
El vocero evalúa llevar ese programa a la TV Pública o a un streaming afín al oficialismo, en un claro gesto político que agrega una capa más al debate sobre la función y el destino de los medios públicos en la era Milei. Mientras tanto, la Subsecretaría de Medios tendrá desde esta semana un nuevo rostro y una única misión: recortar.
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