Pese a que Gran Hermano (Telefe) es uno de los fenómenos televisivos más exitosos del país y la visibilidad del reality suele abrir puertas para obtener canjes, ingresar a los medios o incluso acceder a trabajos en televisión, teatro o streaming, no todos los exconcursantes logran capitalizar esa exposición por igual.
Son pocos quienes consiguen mantener una presencia sostenida en el mundo del entretenimiento local o la farándula mientras que la mayoría sigue adelante como puede, en busca de nuevos trabajos aunque asumiendo la etiqueta permanente de ser un “ex Gran Hermano”. Una de ellas es Katia “La Tana” Fenocchio.
La exparticipante del reality, oriunda de La Matanza y recordada por su ingreso en moto rosada a la casa más famosa del país, reconoció que atraviesa un difícil momento laboral y económico.
“Está duro, está difícil. Re complicado, mal”, manifestó La Tana en el ciclo de streaming Se Picó (República Z), cuando Gastón Trezeguet le preguntó cómo estaba atravesando el mes.
Entonces, Katia develó que se vio obligada a retomar su labor como delivery, tarea que realizaba antes de ingresar al reality conducido por Santiago del Moro. “Estoy desocupada, no están saliendo laburos”, remarcó.
De hecho, la exparticipante agregó que intentó salir adelante vendiendo indumentaria, aunque sin demasiado éxito, y que incluso destinó una gran cantidad de dinero a iniciar su propio canal de streaming, lo que terminó complicando aún más su situación financiera.
“Ahora hay que pagar las tarjetas, que están al rojo vivo. Porque esa es una inversión y no es algo que te va a dar plata al toque”, planteó, visiblemente preocupada.
De este modo, la ex Gran Hermano subrayó la ayuda de su actual pareja para sobrellevar la situación económica y conservar la propiedad donde vive: “Si no fuese por mi novio, no sé qué haría. El me está pagando el alquiler”.
Segundos más tarde, Katia se refirió a su experiencia al retomar las calles para realizar entregas: “A mí no se me caen las uñas. Ayer agarré la moto y me fui a laburar. Hice delivery”.
No obstante, Fenocchio aseguró que la jornada laboral estuvo lejos de ser como ella esperaba. “Me fue re mal. Ahora le debo 80 lucas a la aplicación”, reveló
“Ayer me acompañó un amigo porque desde que soy conocida, no había vuelto a ser delivery y me daba cosa ir sola. Y cuando él me dio el pedido de la mochila, se nos cayó al piso. Era sushi, la clienta vio la situación y se fue a su casa, nunca me abrió la puerta. Yo no me iba a poner a discutir porque iba a terminar perdiendo yo, que quedo expuesta”, relató sobre el insólito contratiempo que atravesó mientras cumplía con sus obligaciones laborales.
En esta línea, la ex concursante de Gran Hermano aseguró que trató de remediar lo ocurrido, aunque no lo logró. “Fui al local a devolverlo pero me lo cobraron igual porque no lo podían vender. En soporte tuve que poner que lo iba a devolver pero no me atendía nadie, entonces me lo llevé a mi casa y encima no como sushi porque no me gusta”, se lamentó.
“Debo 80 mil pesos a la aplicación. Porque tenía dos pedidos pero si no entregás el primero, no te habilita el segundo porque la ruta de la aplicación ya no te figura más. Entonces, me tuve que quedar con esas dos hamburguesas y quedé debiéndole a la aplicación. Salí a gastar tiempo, plata y me re angustié”, remarcó a continuación.
Por último, Katia contó que la mujer que había solicitado el pedido y luego negó recibirlo le envió un mensaje a través de la aplicación, responsabilizándola por permitir que su comida terminara en la calle. Y si bien, Fenocchio pensó en responderle, decidió no hacerlo por miedo a ser escrachada públicamente tras su paso por el reality.
“No me voy a poner a discutir porque termino perdiendo yo. A ella le salta que soy Katia Fenoccio, no se si se dio cuenta de quien soy o no”, concluyó.
