El consumo masivo registró una caída de 6,3% interanual en septiembre, y retrocedió 7,9% respecto de agosto, según un relevamiento de la consultora Focus Market en base a datos de Scanntech. En lo que va del año, el rubro acumula una disminución del 3%, reflejando el deterioro del poder adquisitivo y el impacto de los ajustes de precios.
El análisis se realizó sobre 756 puntos de venta en todo el país e indicó que la contracción se evidenció en métricas clave del consumo cotidiano: la cantidad de tickets cayó 5,6% frente al mes anterior, y las unidades por ticket bajaron 3,5%.
Los resultados confirman una tendencia descendente que se mantiene desde mediados de año, con mayor afectación en los hogares de ingresos medios.
“La clase media es la más golpeada”
El economista Damián Di Pace, director de Focus Market, explicó que “la caída del consumo masivo refleja el impacto directo de la corrección de precios relativos, especialmente en servicios regulados y privados, que ajustaron más rápido que los ingresos”.
Según el consultor, este proceso “afecta con mayor fuerza a la clase media, que destina una proporción creciente de su presupuesto a gastos fijos, reduciendo su margen para el consumo de bienes”.
Además, Di Pace subrayó que “la recomposición del poder adquisitivo y la estabilidad de precios serán claves para revertir la contracción del consumo”, en un contexto donde la inflación y los servicios dolarizados continúan presionando sobre los ingresos familiares.
El Área Metropolitana, la más afectada
El informe señaló que la caída del consumo fue más marcada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde descendió 16,7% durante septiembre, mientras que la facturación bajó 14,7% respecto de agosto.
En las provincias del país, la contracción fue más moderada: el consumo se redujo 2,9%, y la facturación 3,8%, también en comparación mensual.
Los datos reflejan una brecha territorial en el impacto económico, donde las zonas con mayor concentración de servicios y precios regulados muestran una caída más pronunciada en las compras cotidianas.
Los formatos de venta más golpeados
Por tipo de punto de venta, la tienda Self-Independiente fue la más afectada, con una baja de 13,1% en el consumo y un ticket promedio de $10.793.
El autoservicio grande registró una caída de 5,3% (ticket promedio $9.844), seguido por el autoservicio mediano (-3,3%, ticket promedio $7.601) y el autoservicio chico (-1,9%, ticket promedio $6.807).
El informe resalta que el consumo de cercanía -los autoservicios más pequeños- resistió mejor el retroceso, evidenciando que las familias priorizan compras más reducidas y planificadas.
Alimentos sostienen la facturación
En la comparación interanual, los alimentos fueron la única categoría que aumentó su participación en la facturación, al subir del 60,2% al 62% del total. En cambio, Limpieza (8,4% a 7,8%), Cuidado Personal (8,5% a 8,4%) y Bebidas (22,9% a 21,7%) mostraron una retracción.
Sin embargo, en consumo por unidades, tres de las cuatro categorías tuvieron un aumento: Limpieza (de 5,6% a 6%), Cuidado Personal (1,9% a 2%) y Alimentos (42,9% a 44,9%), mientras que Bebidas fue la única en descenso, bajando de 49,7% a 47%.
Esta divergencia, según el estudio, refleja una recomposición parcial del consumo en productos básicos, aunque acompañada de un menor gasto total por hogar.
Precios y estrategias del mercado
“Dentro del consumo masivo se observa una dinámica heterogénea de precios: los alimentos continúan liderando las subas, ubicándose por encima del promedio general del sector, impulsados por mayores costos logísticos y de insumos”, explicó Di Pace.
El analista añadió que “las bebidas muestran caídas en sus precios promedio, reflejando una estrategia comercial defensiva para sostener volumen”.
Finalmente, destacó que “los rubros de cuidado personal y limpieza registran los aumentos más relevantes, asociados a la recomposición de márgenes y al traslado parcial de costos acumulados”.