El Banco Central flexibilizó restricciones para la industria farmacéutica
El Banco Central (BCRA) relajó desde hoy el cepo cambiario para las empresas farmacéuticas, luego de que las restricciones para comprar dólares para importaciones afectara la producción de medicamentos y amenazara con generar desabastecimiento. Así quedó reglamentado en la comunicación A7507, con fecha de ayer.
“Con esta decisión, el BCRA preserva la continuidad del abastecimiento estratégico de insumos críticos para la producción de medicamentos en un contexto internacional con dificultades en la cadena de abastecimiento, buscando garantizar la producción nacional de medicamentos para atender las necesidades de la población”, dijo Eduardo Franciosi, director ejecutivo de la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (Cilfa).
Y agregó: “Valoramos la determinación de las autoridades del BCRA y de su presidente, Miguel Pesce, que han sido sensibles a las problemáticas y necesidades del sector industrial farmacéutico”.
La valoración no es menor, ya que el mes pasado, Cilfa y la Cámara Empresaria de Laboratorios (Cooperala) le enviaron una carta a Pesce para advertirle que la restricción al acceso de divisas iba a traer problemas de abastecimiento.
En marzo, el Banco Central dispuso una restricción para la compra de dólares, que se mantiene para el resto de los sectores. Indicó que solo vende divisas a las empresas por el total que importaron en 2021 más el 5% de dicho valor o el total importado en 2020 (año de cuarentenas estrictas) más un 70% de dicho valor. Si la compañía quiere comprar divisas por un monto mayor, debe buscar financiamiento a un plazo mínimo de 180 días. En la práctica, con una inflación anual de 8,5% en dólares y un riesgo país de 1700 puntos, el Gobierno restringió las cantidades que se pueden comprar del exterior.
La medida del BCRA se da en un contexto en el cual hay ingresos extra de dólares por la suba de los precios de las commodities, pero también hay más demanda de parte de las empresas importadoras por la inflación internacional.
El Gobierno, además, debe cumplir con la meta acordada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) de acumular US$5800 millones. En los primeros cuatro meses del año, el BCRA pudo comprar solo US$160 millones, cuando el año pasado había acumulado US$3639 millones en sus reservas en igual lapso.
“Esta medida flexibiliza la posibilidad de ingreso al mercado de cambios para los laboratorios farmacéuticos y empresas farmoquímicas, y con ello poder respetar las condiciones de pago acordadas con sus proveedores del exterior. Es decir, implica retrotraer las condiciones de acceso al mercado único y libre de cambios anteriores al dictado de la Comunicación A 7466 el día 3-3-22, para las posiciones arancelarias de importaciones de materias primas que utilizan los laboratorios farmacéuticos”, dijeron en Cilfa.
“Esta medida era muy esperada por el sector porque ya había problemas de abastecimiento, ya que los proveedores no aceptaban el pago a 180 días fecha de despacho, lo cual implicaba desabastecimiento de medicamentos, situación que se deja de lado por esta medida adoptada por el BCRA”, admitieron.
La norma del Banco Central les permite a las empresas acceder al mercado de cambios cuando indique la condición de pago acordada con el proveedor, sin necesidad de tener que esperar 180 días de la fecha del despacho.
En los próximos días se espera que el Ministerio de Economía presente un decreto en el cual le da una flexibilización similar al sector energético, ya que el ministro Martín Guzmán busca acelerar el desarrollo de la producción de gas y petróleo en el contexto internacional de alza de los precios de los hidrocarburos por la invasión de Rusia a Ucrania.
En la Argentina, pese a ser considerada una economía cerrada, sus cadenas de valor están integradas al mundo. Esto se ve reflejado en un dato concreto: más del 80% de las importaciones son materias primas, bienes intermedios y de capital que se destinan a la producción, según la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
La economía tiene dos maneras de paliar la falta de divisas: ajustar por precio o por cantidad. La primera opción implica una devaluación del tipo de cambio, que fue descartada por el Ministerio de Economía y por el FMI. Dijeron que, en este contexto, se trasladaría rápidamente a precios y generaría más inflación. El Gobierno, por lo tanto, decidió ajustar por cantidad, al restringir la disponibilidad de dólares para importar. La paradoja es que esta medida también generará inflación, ya que habrá menos productos y eso hará subir los precios.
La industria automotriz y el sector de autopartes, los generadores de energía eléctrica, la construcción y la maquinaria agrícola son otros de los actores de la economía que se quejaron en las últimas semanas sobre las restricciones para acceder a dólares para importaciones.
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