Día nacional del Chamamé: por qué se celebra el 19 de septiembre
Cada 19 de septiembre se festeja en toda la Argentina el Día Nacional del Chamamé, en homenaje al músico argentino Mario del Tránsito Cocomarola, que fue uno de los pioneros de este género musical que acapara una gran popularidad en el nordeste del país.
El Día Nacional del Chamamé se celebra de manera anual desde 2009, debido a la promulgación de la Ley Nacional N° 26.558. En específico, la fecha se eligió para recordar la muerte del folclorista Cocomarola, que murió el 19 de septiembre de 1974 a sus 56 años, a causa de una complicación durante una operación de vesícula.
En un principio, la conmemoración solo se llevaba a cabo en Corrientes, que estableció el Día del Chamamé con la Ley Provincial N° 3278. En esa provincia también tiene lugar cada enero la Fiesta del Chamamé en el Anfiteatro Cocomarola, otro homenaje al músico.
Recién en 2009 el homenaje se convirtió en una Ley Nacional y se extendió a todo el territorio argentino. Según la normativa, el Estado debe preservar, recuperar y difundir el género folclórico por intermedio de la Secretaría de Cultura de la Nación.
En 2020, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) declaró al chamamé como Patrimonio Histórico de la Humanidad por su aporte trascendental a la cultura de todo el continente.
Quién fue Mario del Tránsito Cocomarola
Mario del Tránsito Cocomarola, conocido también como “El taita del chamamé”, nació el 15 de agosto de 1918 en El Albardón, un paraje de San Cosme, en Corrientes. Siguiendo los pasos de su padre, Felipe Cocomarola -quien era un inmigrante italiano-, se involucró desde muy chico en la música con un acordeón de ocho bajos y 21 botones. Luego, se pasó al bandoneón.
En su provincia natal pasó por la Orquesta Folklórica de Corrientes, dirigida por Ricardo Suárez, y también tocó durante tres años en LT7 Radio Corrientes. En 1940, se instaló en Buenos Aires para enfocarse en su carrera como artista.
Su primer disco lo grabó en 1943 con el selló Odeón. Desde entonces, dio inicio a una extensa y exitosa trayectoria como solista que recién llegó a su final el día de su muerte.
En la mañana del 18 de septiembre de 1974, fue a una sanatorio de Corrientes para afrontar una operación de vesícula. Sin embargo, por la gravedad de su cuadro fue trasladado a Buenos Aires en un avión que fue aportado por el Ministerio de Bienestar Social de la Nación. Esa misma noche llegó al Hospital Italiano, donde murió a la 1.30 de la madrugada del 19 de septiembre, a causa de una hemorragia estomacal.
Desde entonces, es recordado como el máximo exponente del Chamamé. Tras su partida, dejó como legado un inmenso e imprescindible repertorio de más de 200 piezas musicales. Entre ellas, Kilómetro 11 es considerada un himno litoraleño por excelencia y debe su nombre a la pinchadura de una rueda. Es que Cocomarola, junto a Félix Vallejo, la compuso mientras esperaba que cambiaran un neumático en el kilómetro 11 de la ruta provincial N° 12 de Corriente, para luego continuar viaje a una presentación.
Entre las canciones que tiene registradas en SAIDAIC (Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música), se destacan Retorno, Puente Pexoa, El zaino, Mírame, Laguna totora, Rincón dichoso, En tu ventana, Virgencita de Itatí, La picada, Amor supremo, el Camino del diablo y Las tres Marías.
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