El equipo económico del gobierno entró en una fase de desorientación en busca del camino para frenar el descontrol de las tasas autoinfligido tras el desarme de las Lefi.
En Economía vienen sufriendo desde hace semanas las consecuencias de desarmar ese instrumento de deuda que provocó una corrida del dólar. En prinicpio buscaron frenar la escalada del dólar con una suba de tasas feroz. Pero ahora quieren bajar las tasas porque no hay actividad económica.
A horas de que venza una montaña de deuda en pesos, la City está tomada por la furia de rumores. Bancos, mesas y grupos de WhatsApp financieros hierven: que si los pases, que si los encajes, y hasta hay quien ya se anima a pronunciar en voz alta la palabra “reestructuración”. Eso sí, “voluntaria”, que siempre suena más amable.
Lo que sacude el avispero es que el Gobierno tiene por delante un enorme desafío financiero. Este miércoles el Tesoro enfrenta una muralla de vencimientos de Lecap por aproximadamente $15 billones. En la víspera, una fuerte volatilidad copó el mercado, con tasa de cauciones que llegaron al 88%.
La urgencia oficial quedó expuesta el mismo lunes. Apenas dos horas después de que el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunciara la canasta de instrumentos para la licitación, tuvo que sumar dos TAMAR (títulos ajustados por tasa) para tentar a los inversores. ¿La razón? La volatilidad de las tasas en el mercado. Y este martes la ventanilla de liquidez diaria para captar pesos frescos, operó con una tasa de caución que duplicó la de política monetaria.
“Cantaron retruco, se dieron cuenta que tenías dos 4 y te cantaron vale cuatro. Buscan alargar plazos y establecen montos máximos para las letras más cortas, pero si necesitás plata abrimos una ventanilla contra las letras de mayor a 60 días. PD: Por favor, suscriban”, resumió Buteler en su cuenta de X.
En el mercado tomaron nota de la desorientación del equipo econónico, que tiene les trae los malos recuerdos de los chinos que armaban Martín Guzmán y Mercedes Marcó del Pont en el albertismo.
“Los Anker son expertos en bancas de inversión como las de Wall Street, pero no en banca minorista, que es la de Argentina”, sintetizaron a LPO en el mercado.
Ahora dicen que la única salida que encontró el equipo económico es desplegar una fuerte intervención del BCRA. La autoridad monetaria ofrecerá pases activos contra letras de más de 60 días suscriptas en licitaciones primarias.
La medida, que aún no fue anunciada oficialmente, funciona como una línea de liquidez de último recurso: los bancos que compren Lecaps más largas podrán descontarlas en el Banco Central a la Tasa Mayorista de Argentina (TAMAR) más un spread, con un tope vinculado a su Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC).
La pelota queda ahora del lado de los bancos. La pregunta es si consiguen gestionar la liquidez diaria con estos instrumento. “Hay riesgos a q suceda algo similar al fin de las Lefi dejando pesos en la calle que presionan al dólar”, consideró Buteler.
Como sea, Quirno suma otro episodio de improvisación, tras el fracaso del Bonte. “En junio se anunciaba la incorporación al cronograma de licitaciones de títulos públicos en pesos con suscripción en dólares, sería hasta un máximo de USD 1.000 millones mensuales, hasta sumar USD 7.000 millones, sin embargo las condiciones de mercado sólo permitió hacerlo ese mes”, indicó Buteler.
Fuente: La Politica Online
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