Concejales aprobaron el aumento del colectivo en Paraná: Los nuevos valores
El Concejo Deliberante de Paraná aprobó este viernes, sólo con los votos del bloque Frente Justicialista CREER, un nuevo cuadro tarifario para el transporte urbano de pasajeros de Paraná, que lleva el costo de la tarifa plana de 57,80 a 72 pesos, lo que representa un aumento del 24%. No acompañaron la resolución los bloques Juntos por el Cambio, Políticas para la República, UCR y PRO.
Con la presencia de vecinos en Sala Mayo y un intenso debate entre el oficialismo y la oposición, con acusaciones cruzadas respecto a las responsabilidades del mal servicio de colectivos -en lo que todos los bloques coincidieron- se votó el proyecto de ordenanza enviado por el Ejecutivo municipal, que había tomado estado parlamentario en la sesión del miércoles 27 de julio, y pasado a la comisión de Movilidad Urbana y Seguridad Vial.
El nuevo cuadro tarifario
Boleto general: de $57,80 a $72,00
Boleto primario: de $5,80 a $7,20
Boleto secundario: de $14,00 a $18,00
Boleto terciario/universitario: de $17,00 a $21,60
Boleto obrero: de $38,000 a $47,00
Boleto jubilado: de $26,00 a $32,00
Boleto nocturno: de $75 a $94
Boleto combinado: de $57,80 a $72
Los argumentos del oficialismo para autorizar la suba
El presidente del bloque del Frente Creer, Sergio Elizar, fue el encargado de argumentar a favor de lo que llamó “una necesaria actualización”, aunque también reconoció que las empresas brindan un “pésimo servicio”, reportó APF.
“Es cierto que erosiona los bolsillos de los trabajadores, el sector más sensible y vulnerable”, reconoció Elizar, pero apuntó que “por responsabilidad institucional” se debe “acompañar esta necesaria reactualización del boleto, dada la situación económica”.
Afirmó que Buses Paraná presta “un pésimo servicio” y recordó que la empresa “se había comprometido a un plan de mejoras del servicio, que no presentó” argumentando que este aumento “no le alcanza para dar un servicio de calidad”. Y acusó a la gestión municipal anterior por el “corset” que dejó con el convenio realizado con la firma, y apuntó que se necesitan “políticas públicas firmes para que se comience a contar con un servicio de calidad”.
“El plan de mejora que exigimos a la empresa no se dio, el servicio no es eficiente y hay un fuerte reclamo de los vecinos porque no habría problemas en actualizar el monto sí, realmente, el servicio fuera bueno, pero es pésimo”, reconoció Elízar a Elonce y dijo ser usuario del servicio “de la línea que va a Toma Vieja”.
“Vamos a seguir exigiendo y trabajando por un plan de mejoras, porque entendemos que con este costo tienen que mejorar el servicio”, subrayó Elizar.
“El peor servicio es el que no se presta”, aseguró el edil oficialista David Cáceres y argumentó que la actualización tarifaria “tiene como finalidad mantener el servicio en Paraná y seguir exigiéndole a la empresa que, con esta estructura de costos, la ganancia empresarial tiene contemplada la amortización del capital invertido”.
De acuerdo a lo que explicó, “la estructura de costos se basó en la prestación del servicio, con las deficiencias que tiene, la antigüedad de los vehículos y la falta de prestaciones para accesibilidad, lo que repercute en la amortización y la inversión de la empresa”. Asimismo, Cáceres destacó que “las actualizaciones son por debajo del aumento de la línea de inflación”.
En la oportunidad, aclaró que “si el municipio le quita la concesión a la empresa, ésta no tiene la obligación de seguir prestando el servicio hasta que se haga una nueva licitación, lo cual es una fuerte condicionante, porque un proceso licitatorio demanda hasta ocho meses y tener en vilo a la ciudadanía por ese margen de periodo sin servicio es lo peor que nos puede pasar”.
Lo que sostuvo la oposición
En la oportunidad, el concejal de Juntos por el Cambio, Walter Rolandelli, fundamentó el motivo por el que no acompañaron la actualización tarifaria: “La suba no viene de la mano de un mejoramiento del servicio, lo que el ciudadano necesita, un mejor servicio, mayores frecuencias y mejores coches con rampas para discapacitados, y son cosas que no se discuten y que la empresa dijo abiertamente que no lo iba a hacer porque con el aumento de este precio no les servía y no podían mejorar el servicio”.
Rolandelli confirmó que “no hay otra empresa interesada en prestar el servicio, Cáceres y Elizar explicaron que es un monopolio y el representante de la empresa del SITU dijo que, si nosotros queríamos, que ellos se iban”.
En ese sentido, el edil recordó que el bloque opositor solicitó al oficialismo “que exija a la empresa un mejoramiento del servicio, pero no lo hicieron y hoy se votó la suba sin el apoyo de la oposición”.
“El gran problema es la falta de una política de pelear por más subsidios para la ciudad, por parte del gobernador Bordet y el intendente Bahl, siendo que en Córdoba y en Santa Fe sí lo hicieron y el boleto está a 69 pesos”, comparó y rememoró: “El diputado Casaretto anunció en febrero un aumento del 40% de los subsidios, pero eso no se vio reflejado y no nos invitaron a esa reunión porque solo estuvo el bloque oficialista”.
Por su parte, Maximiliano Rodríguez Paulín, de Juntos por el Cambio, sostuvo que “el oficialismo habla de actualización o de readecuación necesaria, siendo que es un aumento del boleto, y no hablan de la necesidad de frecuencias para que mejore la calidad del servicio”. “Se hacen alusiones al gobierno anterior pero el caballo de batalla de la candidatura del ex vicegobernador y actual intendente, Adán Bahl, era solucionar este tema con un contrato y un esquema de subsidios, que ya eran una variable dada; y en casi tres años de gestión no se solucionó el tema, no se escuchó a los vecinos ni las propuestas que presentaron los bloques opositores para mejorar el servicio”, cuestionó.
“No vamos acompañamos el incremento del boleto porque lamentamos que la discusión pase por el aumento y no por la prestación del servicio, el que es deficiente, y no es un problema de esta gestión, pero tampoco vemos propuestas para mejorar la prestación del servicio”, argumentó la concejal de Políticas para la República, Anabel Beccaría.
“Lamentablemente, este aumento no garantizará una mejora en la prestación del servicio”, reconoció la edil y comunicó que desde su banca presentó un proyecto al Ejecutivo municipal para auditar los números de la empresa.
Beccaría dijo que utiliza las líneas 1, 5, 7 y 20 para ir a trabajar y a la casa de sus padres. “La prestación del servicio es mala y cada vez se deteriora más, y no logramos la mejora y sustentabilidad del servicio”, reconoció.
La concejal radical Claudia Acevedo dijo “lamentar” la suba del boleto “sin previo mejoramiento del servicio”. “El oficialismo está siendo sordo al reclamo de los paranaenses por este problema: el transporte público en Paraná es un fracaso y, sino se gestiona ante las autoridades nacionales y provinciales un apoyo ante la necesidad de aumentar los subsidios, como lo hicieron Corrientes y Santa Fe, lo que falta es gestión”, cuestionó.
“El problema más grave es la frecuencia”, apuntó la edil, quien también dijo ser usuaria del servicio de colectivos. “Soy empleada municipal y si uno llega un minuto tarde, se pierden los adicionales por asistencia y puntualidad, lo que afecta al bolsillo”, analizó al cuestionar que “la generación política no puede hacer frente a una situación de crisis y no hay herramientas concretas de parte del Ejecutivo para mejorar el servicio”.
En tanto, Emiliano Murador (Paraná Futura) analizó que “en dos años y medio de gestión se discuten el aumento del boleto y la cuestión de los subsidios, siendo que se pueden implementar medidas que hagan que el sistema funcione mejor para que los mayores costos, que se reconocen en la economía, no impacten directamente en el bolsillo del usuario”.
El concejal reconoció que “falta sincerar el debate respecto a las malas condiciones en las que se presta el servicio, para que eso nos haga reaccionar y contemplar las medidas que faltan tomar para romper con la discusión entre tarifas y subsidios”.
Manifestación frente a Sala Mayo
Durante la sesión del HCD en Sala Mayo, afuera, un grupo de vecinos se presentó con bombos y pancartas para manifestar su rechazo a la suba del boleto de colectivos urbanos. De hecho, personal de Prefectura formó un cordón de seguridad para custodiar la zona.
La presidenta de la Asamblea Ciudadana Vecinalista, Alicia Glausser se mostró “espantada” por la presencia del personal de Prefectura “cuidando a los concejales como si nosotros fuéramos vándalos”. “No tienen vergüenza de ponerse una guardia como si fuéramos delincuentes”, cuestionó.
Respecto al incremento del pasaje para el servicio de transporte, clamó para que “se investigue cuántos colectivos andan en la calle, porque llegan subsidios para 190 coches y no circulan ni 100, y nunca anduvieron las 17 unidades para personas con discapacidad”.
“Es una sensación de mucha injusticia porque no se dieron argumentos reales para la suba; todo el tiempo se denunció que el servicio es deficitario, que la empresa no tiene problemas de ganancias e incluso que había proyectos de auditorías, pero ninguna gestión hace nada y los usuarios seguimos soportando los aumentos”, cuestionó otra de las usuarias del servicio de colectivos urbanos. Y agregó: “Las garitas están en mal estado, no se aseguran las frecuencias, porque si uno pierde un colectivo, puede estar esperando hasta 40 minutos a que pase el próximo, y de nuevo se ve cómo los pasajeros viajamos hacinados dentro de las unidades”.
Fuente: Elonce
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