En un mundo donde las malas noticias suelen acaparar la atención, esta historia de honestidad, recuerda que todavía hay personas con valores inquebrantables.
El 10 de marzo, un pasajero que regresaba desde Entre Ríos hacia Buenos Aires, se dio cuenta que había olvidado su notebook en el micro y la dio por perdida.
Al percatarse de lo sucedido, regresó a la boletería de la terminal de Liniers, donde una empleada intentó ayudarlo, contactando al predio de Retiro (CABA), donde los micros son limpiados antes de continuar su ruta.
Sin embargo, la respuesta fue desalentadora: no habían encontrado nada. Con un nudo en la garganta y la sensación de haber perdido su computadora para siempre, el pasajero presentó su reclamo por correo electrónico en la empresa, tal como le indicaron en la boletería.
El héroe de esta historia fue Horacio Voeffray, un chofer de una empresa entrerriana que cubre un recorrido de larga distancia y que se domicilia en el barrio El Brillante, en San José.
Al encontrar la notebook en su unidad, había decidido llevarla a la boletería de Villaguay para asegurarse de que regresara a su dueño.
Para facilitar el reencuentro, Horacio incluso se ofreció a llevar la notebook de vuelta a Buenos Aires. La sorpresa le llegó más tarde al dueño del dispositivo, cuando recibió una llamada desde la boletería de Villaguay: su notebook había sido encontrada y estaba a salvo.
El trabajador, en un acto de valores y compromiso, explicó que siempre hace lo posible para que los objetos olvidados en el micro, lleguen a sus legítimos dueños. “Ver la alegría de Leo (el pasajero) y cómo me abrazó al recibir su notebook, fue el mejor pago que pude recibir”, compartió Horacio con humildad.
Este gesto, que puede parecer pequeño en medio del ajetreo diario, resalta la importancia de la honestidad y la empatía en nuestra sociedad, resaltó el sitio InfoPalmares.
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