Advierten por la inminente llegada de “La Niña”: Experto evalúa su posible impacto

Advierten por la inminente llegada de “La Niña”: Experto evalúa su posible impacto

“La Niña: más que confirmada”. Esta es la conclusión del último informe de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) de la Secretaría de Bioeconomía, que advierte que importantes indicadores oceánicos y atmosféricos ratifican la presencia de este evento. Según el reporte, desde mayo pasado el fenómeno ENSO ha estado en un estado neutral y se espera que continúe así hasta fin de julio próximo, cuando se pronostica la llegada de La Niña. En este contexto, el experto en agroclimatología, Eduardo Sierra, señaló que, aunque se espera este fenómeno, conocido por provocar lluvias por debajo de lo normal, no se anticipa que sea tan “destructivo” como el del último año.

 

 

Probabilidad

El fenómeno climático conocido como “La Niña” es un tema recurrente en los estudios meteorológicos debido a su impacto global. Para entender mejor qué es La Niña, cómo se diferencia de El Niño y cuándo se espera su llegada a Argentina, estudios brindan información clave de diversas fuentes especializadas.

“La Niña se convierte en la categoría más probable en el trimestre julio-agosto-septiembre de 2024. Para entonces, se estima que la probabilidad de La Niña alcanza el 65% (neutro 34″, El Niño 1%). Desde ese trimestre y hasta el último que abarca la previsión (enero-febrero-marzo de 2025), el estado más probable sería La Niña”, señala el informe de la ORA.

“El riesgo que hay es de una Niña no fuerte, pero sí moderada que podría afectar a los cultivos y pasturas entre diciembre y enero, principalmente lo que es soja y maíz”, advirtió Sierra.

 

 

 

¿Qué es La Niña?

Según el Instituto Nacional de Meteorología y Estadística (INMET), “La Niña es un fenómeno oceánico caracterizado por el enfriamiento de las aguas superficiales de la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial y por cambios en la circulación atmosférica tropical”.
Este fenómeno tiene repercusiones significativas en los regímenes de temperatura y precipitaciones en diversas partes del mundo, incluida América del Sur. En el sudeste asiático, La Niña suele provocar precipitaciones por encima de lo normal.

La influencia de La Niña en el clima tiene una larga historia. El primer registro de este fenómeno data de 1892-1893, según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE).
En 2022, La Niña se produjo en el océano Pacífico por tercer año consecutivo, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), antes de dar paso a El Niño, lo que llevó a temperaturas globales máximas históricas.
Hasta ahora, 2023 ha sido el año más caluroso en la historia de 172 años de mediciones meteorológicas, según el instituto Copernicus, parte del Programa de la Unión Europea.

 

 

Diferencias entre El Niño y La Niña

Para entender la diferencia entre El Niño y La Niña, es crucial centrarse en la temperatura de las aguas del océano Pacífico ecuatorial.
El Niño se produce cuando estas aguas son más cálidas que la media histórica. En contraste, La Niña “se refiere a la situación contraria, es decir, cuando el océano Pacífico ecuatorial es más frío que la media histórica”, subraya el INMET.

La Niña también está asociada a la sequía en algunas partes del mundo, como Sudamérica, pero suele provocar precipitaciones por encima de lo normal en el sudeste asiático, Australasia (incluyendo Australia, Nueva Zelanda y Nueva Guinea) y otras islas de la región.

 

 

La situación actual en Argentina

Desde junio del año pasado, Argentina experimentó el fenómeno de El Niño, que generó lluvias por encima de los niveles normales en varias zonas del país durante el verano y hasta marzo y abril. Sin embargo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) informó que este fenómeno técnicamente llegó a su fin.

 

En rigor, el especialista aclaró que no parece ser un evento “tan destructivo” como el del 2023, pero comentó: “Al tratarse de un episodio en el océano Pacífico ecuatorial, algún nivel de problema va a haber, sobre todo debido a los vientos polares que están intensos y secan la zona interior de la Argentina, es decir, el oeste de Córdoba, La Pampa, el noroeste y sudoeste de Buenos Aires. Esto podría provocar una sequía en esa zona. En contraste, el resto del país parece que se vería menos afectado, especialmente en el NEA y NOA. Por otro lado, todo el este de la región pampeana, incluyendo Santa Fe, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires, parece tener un panorama bastante bueno, aunque no sea el ideal”, anticipó.

 

 

Pronósticos

Al analizar los pronósticos del tiempo para el sector agropecuario, para Sierra es fundamental tener en cuenta que no afectará de la misma manera tanto a la ganadería como a la cosecha gruesa o fina. En el caso de esta última, especialmente los cultivos de invierno como trigo y cebada que actualmente se encuentran en plena temporada de siembra, el panorama es alentador, gracias a las precipitaciones de los últimos meses, las cuales han mejorado notablemente las condiciones de humedad en el suelo. Según Sierra, “cuando se siembra con buena humedad, unos pocos milímetros de lluvia posteriormente son suficientes para garantizar una buena cosecha”, dijo a LaNación.

 

Sin embargo, en el caso de la próxima cosecha gruesa, centrada principalmente en soja y maíz, que son los principales cultivos del país, regiones como La Pampa, Córdoba, el sudoeste de Santa Fe y el noroeste de Buenos Aires “hoy parecen ser áreas con un impacto probable”. Aclaró que esto se ve hoy, pero la situación podría cambiar.

 

 

Forrajes y primavera

En cuanto a la ganadería, indicó que actualmente está bien debido a las lluvias de otoño y las buenas temperaturas. “El invierno parece benigno y es muy difícil que la primavera afecte a la ganadería. Nuevamente, el problema podría ser la cadena forrajera de verano, pero los productores están adoptando nuevamente prácticas de acumulación de forraje, lo que podría disminuir el impacto”, señaló.

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